sábado, 27 de diciembre de 2008

Estimulando el Cerebro: Técnica Fosfénica 2

Los investigadores de la Universidad de Auckland, en Nueva Zelanda, y de la Academia Sahlgrenska, en Suecia, demostraron la existencia de células madre en ciertas zonas del cerebro, justamente debajo de cavidades llenas de líquido céfalo-raquídeo, denominadas ventrículos.

Este grupo de investigadores internacionales dijo haber descubierto un tipo de neurona que se regenera en forma continua en los seres humanos.


Los expertos identificaron un grupo de células especiales que "migran" y crean nuevas células nerviosas en la parte del cerebro responsable del sentido del olfato.


Los científicos señalan que los resultados del estudio, publicado en la revista científica Science, abren la posibilidad para otras investigaciones en torno a la reparación del cerebro como, por ejemplo, en el caso de pacientes con la enfermedad de Alzheimer.


Podemos estimular la regeneración cerebral


Desde muy antiguo, los yoguis identificaron esa zona con el nombre de punto "Kutashta", un verdadero "nudo" de glándulas, líquido cefalo-raquídeo y estructuras nerviosas centrales.

Esta región era considerada la "raíz" de los centros de energía (chakras) superiores, y su estímulo era el puente para alcanzar nuevos niveles de funcionamiento cerebral y consciencia.


Dentro de la Técnica Fosfénica existe un ejercicio específico, desarrollado por el Dr Lefebure para lograr ese estímulo.

Veamos cómo realizarla:


  • Seguiremos las instrucciones de la entrada anterior para crear un fosfeno.

  • Fijamos nuestra vista en la fuente lumínica.

  • Durante todo el tiempo de práctica utilizamos la respiración rítmica que haremos de la siguiente manera: Usamos una respiración lenta y profunda de Tres Tiempos (Inhalación, retención del aire, exhalación). Cada tiempo debe ser de igual duración, para eso hacemos un conteo mental, por ejemplo hasta 6, y lo repetimos en los tiempos siguientes. Este conteo puede ajustarse levemente de respiración en respiración, por ejemplo en la próxima respiración quizás podamos extenderlo a 7 u 8.

  • La clave del ejercicio es la siguiente: Llevar el fosfeno al centro de nuestra cabeza mientras realizamos la respiración rítmica. Lo mantenemos allí hasta que desaparezca, y volvemos a hacerlo un total de tres veces como mínimo.

La técnica produce un estímulo específico predisponiendo a la multiplicación de nuestras neuronas y activando nuevas funciones que estaban dormidas en nuestro cerebro.


Esto sin duda se reflejará en nuestras capacidades cerebrales totales.

Desarrollo Mental: La Técnica Fosfénica

El FOSFENISMO es un conjunto de técnicas para aumentar las capacidades cerebrales mediante un método basado en reacciones fisiológicas: LOS FOSFENOS, que se obtienen con cortas observaciones de una fuente luminosa adecuada y que persisten durante tres minutos.

Las técnicas fosfénicas permiten restablecer el equilibrio entre los dos hemisferios y así amplificar las capacidades cerebrales en su conjunto.


Cuando se asocia el fosfeno a cualquier ejercicio tradicional o a cualquier ejercicio moderno de desarrollo individual, multiplicamos sus efectos en proporciones considerables.


De esa manera, obtenemos el desarrollo de la memoria, de la atención, de la inteligencia, de la iniciativa y de la creatividad, lo que hace del método un maravilloso instrumento pedagógico.


Las técnicas fosfénicas constituyen un verdadero acelerador de los procesos mentales.

Nos permiten tener una acción directa sobre nuestro propio pensamiento, sobre su contenido, su calidad y su organización, pues optimizan el rendimiento, la reflexión y todo el trabajo intelectual.


Los fosfenos fueron el comienzo de todos los descubrimientos del Doctor LEFEBURE.

En 1959, siendo médico del Servicio de Salud escolar, el Doctor Francis LEFEBURE descubrió y analizó la acción dinamizante de la luz sobre todas las funciones cerebrales.

Su método se basa en los "fosfenos", es decir, las manchas multicolores que persisten en la oscuridad durante tres minutos, tras mirar fijamente una fuente luminosa durante unos treinta segundos.


El extraordinario descubrimiento del Doctor LEFEBURE es que LA MEZCLA DE UN PENSAMIENTO CON EL FOSFENO TRANSFORMA LA ENERGÍA LUMINOSA EN ENERGÍA MENTAL. Los fosfenos provocan pues, el desarrollo de la memoria, de la inteligencia, de la atención de la creatividad y de la intuición.


LOS ESTUDIANTES se dan cuenta que la asimilación es más rápida y que se nota su efecto sobre la comprensión. Las ideas se estructuran mejor.


Las personas que necesitan RETOMAR LOS ESTUDIOS tras un largo período de inactividad intelectual, verificarán rápidamente que su concentración mejora, que retienen mejor las materias y que trabajan más deprisa.


LOS ADULTOS pueden obtener igualmente numerosas ventajas: la memoria se ve estimulada, la confianza aumenta y se desarrolla la creatividad. La resistencia nerviosa y física crecen, lo que permite enfrentarse al estrés y a las tensiones.


El Fosfenismo no es solamente un método que permite hacer más eficazmente un trabajo, es sobre todo una técnica que verdaderamente logra la expansión de la personalidad, con total independencia.


El efecto de la Mezcla Fosfénica sobre el sueño es notable; muchos insomnios se curan así. Los sueños se vuelven más coloreados, más lógicos y conscientes.


El efecto sobre la vista es muy favorable e incluso especialmente eficaz, tanto cerebralmente como para la salud del ojo.


Las personas de edad pueden incluso lograr un rejuvenecimiento cerebral.


Una Introducción Sencilla a la Técnica Fosfénica


Para la técnica básica necesitamos una fuente de luz pequeña. Puede ser una vela (tradicional en el yoga) o una lámpara de luminosidad muy baja (la más baja posible, o sino nos cubrimos los ojos con una tela de tejido abierto y los mantenemos cerrados todo el tiempo- ver imagen), ya que debemos fijar la vista allí durante algunos segundos. En caso de elegir una lámpara, el bulbo debe ser blanco y liso, sin ninguna marca en particular.


En un espacio en penumbras (no hace falta oscuridad total) fijamos nuestros ojos en la fuente lumínica durante treinta segundos a un minuto aproximadamente. Luego los cerramos y nos concentramos en la imagen luminosa que quedó grabada en nuestra retina. Eso es un fosfeno. Dura aproximadamente unos tres minutos hasta que desaparece. Repetimos el procedimiento anterior dos o tres veces más como mínimo.
En caso de utilizar una vela, conviene girar la posición del cuerpo cuando cerramos los ojos para que el fosfeno no quede "interferido" con la luminosidad que pueda filtrarse a través de los párpados.
Si es una lámpara, conviene apagarla cuando realizamos el fosfeno. Si esto no fuera posible, tomaremos la misma precaución que con la vela.


Algunas aplicaciones:


- Para el Desarrollo de la Creatividad: Nos concentramos en el fosfeno y dejamos que vayan fluyendo imágenes libremente, como si estuviéramos realizando la técnica de la Corriente de Imágenes. La diferencia es que en este caso las imágenes serán más vívidas, y el estímulo del cerebro es directo a través de la luz.


- Para la Memoria: Cuando tenemos el fosfeno, visualizamos lo que queremos recordar como si estuviera escrito sobre él (ver imagen). Podemos ubicar un mapa mental, una fórmula matemática, un mapa geográfico, etc. Esto fija los datos en la memoria con facilidad.


- Para Mejorar el aprendizaje: Mientras estudiamos, nos detenemos cada 10 o 15 minutos y realizamos un fosfeno. Esto descansa las neuronas, afirma los datos y refresca nuestra retentiva.


-Para el Desarrollo Personal: La técnica fosfénica se puede combinar con cualquier otra técnica de desarrollo personal para potenciar los resultados. Por ejemplo, realizamos un fosfeno y en ese momento practicamos afirmaciones, visualizaciones, autohipnosis, programación mental, etc.


Por último sólo cabe agregar que la técnica fosfénica es muy adecuada para el tratamiento de la depresión y los estados melancólicos.

miércoles, 24 de septiembre de 2008

La física cuántica confirma que creamos nuestra realidad

La física moderna dice “tú si puedes”

Durante décadas, los poderes de la mente han sido cuestiones asociadas al mundo “esotérico”, cosas de locos. La mayor parte de la gente desconoce que la mecánica cuántica, es decir, el modelo teórico y práctico dominante hoy día en el ámbito de la ciencia, ha demostrado la interrelación entre el pensamiento y la realidad. Que cuando creemos que podemos, en realidad, podemos. Sorprendentes experimentos en los laboratorios más adelantados del mundo corroboran esta creencia.

El estudio sobre el cerebro ha avanzado mucho en las últimas décadas mediante las “tomografías”. Conectando electrodos a este órgano, se determina donde se produce cada una de las actividades de la mente. La fórmula es bien sencilla: se mide la actividad eléctrica mientras se produce una actividad mental, ya sea racional, como emocional, espiritual o sentimental y así se sabe a qué área corresponde esa facultad.

Estos experimentos en neurología han comprobado algo aparentemente descabellado: cuando vemos un determinado objeto aparece actividad en ciertas partes de nuestro cerebro… pero cuando se exhorta al sujeto a que cierre los ojos y lo imagine, la actividad cerebral es ¡idéntica! Entonces, si el cerebro refleja la misma actividad cuando “ve” que cuando “siente”, llega la gran pregunta: ¿cuál es la Realidad? “La solución es que el cerebro no hace diferencias entre lo que ve y lo que imagina porque las mismas redes neuronales están implicadas; para el cerebro, es tan real lo que ve como lo que siente”, afirma el bioquímico y doctor en medicina quiropráctica, Joe Dispenza en el libro “¿y tú qué sabes?”. En otras palabras, que fabricamos nuestra realidad desde la forma en que procesamos nuestras experiencias, es decir, mediante nuestras emociones.

La farmacia del cerebro

En un pequeño órgano llamado hipotálamo se fabrican las respuestas emocionales. Allí, en nuestro cerebro, se encuentra la mayor farmacia que existe, donde se crean unas partículas llamadas “péptidos”, pequeñas secuencias de aminoácidos que, combinadas, crean las neurohormonas o neuropéptidos. Ellas son las responsables de las emociones que sentimos diariamente. Según John Hagelin, profesor de física y director del Instituto para la ciencia, la tecnología y la política pública de la Universidad Maharishi, dedicado al desarrollo de teorías del campo unificado cuántico: “hay química para la rabia, para la felicidad, para el sufrimiento, la envidia…”

En el momento en que sentimos una determinada emoción, el hipotálamo descarga esos péptidos, liberándolos a través de la glándula pituitaria hasta la sangre, que conectará con las células que tienen esos receptores en el exterior. El cerebro actúa como una tormenta que descarga los pensamientos a través de la fisura sináptica. Nadie ha visto nunca un pensamiento, ni siquiera en los más avanzados laboratorios, pero lo que sí se ve es la tormenta eléctrica que provoca cada mentalismo, conectando las neuronas a través de las “fisuras sinápticas”.

Cada célula tiene miles de receptores rodeando su superficie, como abriéndose a esas experiencias emocionales. Candance Pert, poseedora de patentes sobre péptidos modificados y profesora en la universidad de medicina de Georgetown, lo explica así: “Cada célula es un pequeño hogar de conciencia. Una entrada de un neuropéptido en una célula equivale a una descarga de bioquímicos que pueden llegar a modificar el núcleo de la célula”.

Nuestro cerebro crea estos neuropéptidos y nuestras células son las que se acostumbran a “recibir” cada una de las emociones: ira, angustia, alegría, envidia, generosidad, pesimismo, optimismo… Al acostumbrarse a ellas, se crean hábitos de pensamiento. A través de los millones de terminaciones sinápticas, nuestro cerebro está continuamente recreándose; un pensamiento o emoción crea una nueva conexión, que se refuerza cuando pensamos o sentimos “algo” en repetidas ocasiones. Así es como una persona asocia una determinada situación con una emoción: una mala experiencia en un ascensor, como quedarse encerrado, puede hacer que el objeto “ascensor” se asocie al temor a quedarse encerrado. Si no se interrumpe esa asociación, nuestro cerebro podría relacionar ese pensamiento-objeto con esa emoción y reforzar esa conexión, conocida en el ámbito de la psicología como “fobia” o “miedo”.

Todos los hábitos y adicciones operan con la misma mecánica. Un miedo (a no dormir, a hablar en público, a enamorarse) puede hacer que recurramos a una pastilla, una droga o un tipo de pensamiento nocivo. El objetivo inconsciente es “engañar” a nuestras células con otra emoción diferente, generalmente, algo que nos excite, “distrayéndonos” del miedo. De esta manera, cada vez que volvamos a esa situación, el miedo nos conectará, inevitablemente, con la “solución”, es decir, con la adicción. Detrás de cada adicción (drogas, personas, bebida, juego, sexo, televisión) hay pues un miedo insertado en la memoria celular.

La buena noticia es que, en cuanto rompemos ese círculo vicioso, en cuanto quebramos esa conexión, el cerebro crea otro puente entre neuronas que es el “pasaje a la liberación”. Porque, como ha demostrado el Instituto Tecnológico de Massachussets en sus investigaciones con lamas budistas en estado de meditación, nuestro cerebro está permanentemente rehaciéndose, incluso, en la ancianidad. Por ello, se puede desaprender y reaprender nuevas formas de vivir las emociones.

Mente creadora

Los experimentos en el campo de las partículas elementales han llevado a los científicos a reconocer que la mente es capaz de crear. En palabras de Amit Goswani, profesor de física en la universidad de Oregón, el comportamiento de las micropartículas cambia dependiendo de lo que hace el observador: “cuando el observador mira, se comporta como una onda, cuando no lo hace, como una partícula”. Ello quiere decir que las expectativas del observador influyen en la Realidad de los laboratorios… y cada uno de nosotros está compuestos de millones de átomos.

Traducido al ámbito de la vida diaria, esto nos llevaría a que nuestra Realidad es, hasta cierto punto, producto de nuestras propias expectativas. Si una partícula (la mínima parte de materia que nos compone) puede comportarse como materia o como onda… Nosotros podemos hacer lo mismo.

La realidad molecular

Los sorprendentes experimentos del científico japonés Masaru Emoto con las moléculas de agua han abierto una increíble puerta a la posibilidad de que nuestra mente sea capaz de crear la Realidad. “Armado” de un potente microscopio electrónico con una diminuta cámara, Emoto fotografió las moléculas procedentes de aguas contaminadas y de manantial. Las metió en una cámara frigorífica para que se helaran y así, consiguió fotografiarlas. Lo que encontró fue que las aguas puras creaban cristales de una belleza inconmensurable, mientras que las sucias, sólo provocaban caos. Más tarde, procedió a colocar palabras como “Amor” o “Te odio”, encontrando un efecto similar: el amor provocaba formas moleculares bellas mientras que el odio, generaba caos.

Por último, probó a colocar música relajante, música folk y música thrash metal, con el resultado del caos que se pudieron ver en las fotografías.

La explicación biológica a este fenómeno es que los átomos que componen las moléculas (en este caso, los dos pequeños de Hidrógeno y uno grande de Oxígeno) se pueden ordenar de diferentes maneras: armoniosa o caóticamente. Si tenemos en cuenta que el 80% de nuestro cuerpo es agua, entenderemos cómo nuestras emociones, nuestras palabras y hasta la música que escuchamos, influyen en que nuestra realidad sea más o menos armoniosa. Nuestra estructura interna está reaccionando a todos los estímulos exteriores, reorganizando los átomos de las moléculas.

El valioso vacío atómico

Aunque ya los filósofos griegos especularon con su existencia, el átomo es una realidad científica desde principios de siglo XX. La física atómica dio paso a la teoría de la relatividad y de ahí, a la física cuántica. En las escuelas de todo el mundo se enseña hoy día que el átomo está compuesto de partículas de signo positivo (protones) y neutras (neutrones) en su núcleo y de signo negativo (electrones) girando a su alrededor. Su organización recuerda extraordinariamente a la del Universo, unos electrones (planetas) girando alrededor de un sol o núcleo (protones y neutrones). Lo que la mayoría desconocíamos es que la materia de la que se componen los átomos es prácticamente inexistente. En palabras de William Tyler, profesor emérito de ingeniería y ciencia de la materia en la universidad de Stanford, “la materia no es estática y predecible. Dentro de los átomos y moléculas, las partículas ocupan un lugar insignificante: el resto es vacío”.

En otras palabras, que el átomo no es una realidad terminada sino mucho más maleable de lo que pensábamos. El físico Amit Goswani es rotundo: “Heinsenberg, el codescubridor de la mecánica cuántica, fue muy claro al respecto; los átomos no son cosas, son TENDENCIAS. Así que, en lugar de pensar en átomos como cosas, tienes que pensar en posibilidades, posibilidades de la consciencia. La física cuántica solo calcula posibilidades, así que la pregunta viene rápidamente a nuestras mentes, ¿quién elige de entre esas posibilidades para que se produzca mi experiencia actual? La respuesta de la física cuántica es rotunda: La conciencia está envuelta, el observador no puede ser ignorado”.

¿Qué realidad prefieres?

El ya famoso experimento con la molécula de fullerano del doctor Anton Zeillinger, en la Universidad de Viena, testificó que los átomos de la molécula de fullerano (estructura atómica que tiene 60 átomos de cárbón) eran capaces de pasar por dos agujeros simultáneamente. Este experimento “de ciencia ficción” se realiza hoy día con normalidad en laboratorios de todo el mundo con partículas que han llegado a ser fotografiadas. La realidad de la bilocación, es decir, que “algo” pueda estar en dos lugares al mismo tiempo, es algo ya de dominio público, al menos en el ámbito de la ciencia más innovadora. Jeffrey Satinover, ex presidente de la fundación Jung de la universidad de Harvard y autor de libros como “El cerebro cuántico” y “El ser vacío”, lo explica así: “ahora mismo, puedes ver en numerosos laboratorios de Estados Unidos, objetos suficientemente grandes para el ojo humano, que están en dos lugares al mismo tiempo, e incluso se les puede sacar fotografías. Yo creo que mucha gente pensará que los científicos nos hemos vuelto locos, pero la realidad es así, y es algo que todavía no podemos explicar”.

Quizás porque algunos piensen que la gente “de a pie” no va a comprender estos experimentos, los científicos todavía no han conseguido alertar a la población de las magníficas implicaciones que eso conlleva para nuestras vidas, aunque las teorías anejas sí forman parte ya del dominio de la ciencia divulgativa.

Seguramente la teoría de los universos paralelos, origen de la de la “superposición cuántica”, es la que ha conseguido llegar mejor al gran público. Lo que viene a decir es que la Realidad es un número “n” de ondas que conviven en el espacio-tiempo como posibilidades, hasta que UNA se convierte en Real: eso será lo que vivimos. Somos nosotros quienes nos ocupamos, con nuestras elecciones y, sobre todo, con nuestros pensamientos (“yo sí puedo”, “yo no puedo”) de encerrarnos en una realidad limitada y negativa o en la consecución de aquellas cosas que soñamos. En otras palabras, la física moderna nos dice que podemos alcanzar todo aquello que ansiamos (dentro de ese abanico de posibilidades-ondas, claro).

En realidad, los descubrimientos de la física cuántica vienen siendo experimentados por seres humanos desde hace milenios, concretamente, en el ámbito de la espiritualidad. Según el investigador de los manuscritos del Mar Muerto, Greg Braden, los antiguos esenios (la comunidad espiritual a la que, dicen, perteneció Jesucristo) tenían una manera de orar muy diferente a la actual. En su libro “El efecto Isaías: descodificando la perdida ciencia de al oración y la plegaria”, Braden asegura que su manera de rezar era muy diferente a la que los cristianos adoptarían. En lugar de pedir a Dios “algo”, los esenios visualizaban que aquello que pedían ya se había cumplido, una técnica calcada de la que hoy se utiliza en el deporte de alta competición, sin ir más lejos. Seguramente, muchos han visto en los campeonatos de atletismo cómo los saltadores de altura o pértiga realizan ejercicios de simulación del salto: interiormente se visualizan a sí mismos, ni más ni menos que realizando la proeza. Esta técnica procede del ámbito de la psicología deportiva, que ha desarrollado técnicas a su vez recogidas del acervo de las filosofías orientales. La moderna Programación Neurolingüística, usada en el ámbito de la publicidad, las relaciones públicas y de la empresa en general, coincide en recurrir al tiempo presente y a la afirmación como vehículo para la consecución de los logros. La palabra sería un paso más adelante en la creación de la Realidad, por lo que tenemos que tener cuidado con aquello que decimos pues, de alguna manera, estamos atrayendo esa realidad.

La búsqueda científica del alma

En las últimas décadas, los experimentos en el campo de la neurología han ido encaminados a encontrar donde reside la conciencia. Fred Alan Wolf, doctor en física por la universidad UCLA, filósofo, conferenciante y escritor lo explica así en “¿Y tú qué sabes?” de la que se espera la segunda parte en pocos meses: “Los científicos hemos tratado de encontrar al observador, de encontrar la respuesta a quién está al mando del cerebro: sí, hemos ido a cada uno de los escondrijos del cerebro a encontrar el observador y no lo hemos hallado; no hemos encontrado a nadie dentro del cerebro, nadie en las regiones corticales del cerebro pero todos tenemos esa sensacion de ser el observador”. En palabras de este científico, las puertas para la existencia del alma están abiertas de par en par: “Sabemos lo que el observador hace pero no sabemos quién o qué cosa es el observador”.

Hoy recuperadas por la física cuántica, muchas de estas afirmaciones eran conocidas en la Antigüedad, como en el caso del “Catecismo de la química superior”, de Karl von Eckartshausen.

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Cuadro 1 Nuestro cerebro: un ordenador que procesa información

A cada segundo, en una vida como la moderna llena de estímulos: nos bombardean enormes cantidades de información. El cerebro solo procesa una mínima cantidad de ella: 400 mil millones de bits de información por segundo. Los estudios científicos han demostrado que sólo somos conscientes de 2.000 mil de esos bits, referidos al medio ambiente, el tiempo y nuestro cuerpo. Así pues, lo que consideramos la Realidad, es decir, aquello que vivimos, es sólo una mínima parte de lo que en realidad está ocurriendo. ¿Cómo se filtra toda esa información?

A través de nuestras creencias: El modelo de lo que creemos acerca del mundo, se construye desde lo que sentimos en nuestro interior y de nuestras ideas. Cada información que recibimos del exterior se procesa desde las experiencias que hemos tenido y nuestra respuesta emocional procede de estas memorias. Por eso, los malos recuerdos nos impulsan a caer en los mismos errores.

Cuadro 2: Cómo romper con esos malos hábitos del pensamiento

El cerebro crea esas redes a partir de la memoria: ideas, sentimientos, emociones. Cada asociación de ideas o hechos, incuba un pensamiento o recuerdo en forma de conexión neuronal, que desemboca en recuerdos por medio de la memoria asociativa. A una sensación o emoción similar, reaparecerá ese recuerdo en forma de idea o pensamiento. Hay gente que conecta “amor” con “decepción” o “engaño”, así que cuando vaya a sentir amor, la red neuronal conectará con la emoción correspondiente a cómo se sintió la última vez que lo sintió: ira, dolor, rabia, etc. Según Joe Dispenza “si practicamos una determinada respuesta emocional, esa conexión sináptica se refuerza y se refuerza. Cuando aprendemos a “observar” nuestras reacciones y no actuamos de manera automática, ese modelo se rompe”. Así pues, aprender a “ver” esas asociaciones es la mejor manera de evitar que se repitan: la llave es la consciencia.

Cuadro 3: La mecánica de la erección

La mejor metáfora del pensamiento creador es el miembro masculino. Una sola fantasía sexual, es decir, un pensamiento erótico, es capaz de producir una erección, con toda la variedad de glándulas endocrinas y hormonas que participan en ello. Nada hay fuera de la mente del hombre pero, sin embargo, se produce un torbellino hormonal que desemboca en un hecho físico palpable. En el lado femenino, también el poder del pensamiento asociado al erotismo se convierte a menudo en hechos físicos, demostrando la capacidad del pensamiento para crear situaciones placenteras… o adictivas. Los más firmes defensores del poder de la visualización llegan a proponer que se puede obtener a través de ella casi todo lo que deseamos.

miércoles, 27 de agosto de 2008

El enfoque sistémico

El concepto de sistema arranca del problema de las partes y el todo, ya discutido en la antigüedad por Hesíodo (siglo VIII a. C.) y Platón (siglo IV a. C.) Sin embargo, el estudio de los sistemas como tales no preocupa hasta la Segunda Guerra Mundial, cuando se pone de relieve el interés del trabajo interdisciplinar y la existencia de analogías (isomorfismos) en el funcionamiento de sistemas biológicos y automáticos. Este estudio tomaría carta de naturaleza cuando, en los años cincuenta, L. von Bertalanffy propone su Teoría General de Sistemas.

La aparición del enfoque de sistemas tiene su origen en la incapacidad manifiesta de la ciencia para tratar problemas complejos. El método científico, basado en reduccionismo, repetitividad y refutación, fracasa ante fenómenos muy complejos por varios motivos:

* El número de variables interactuantes es mayor del que el científico puede controlar, por lo que no es posible realizar verdaderos experimentos
* La posibilidad de que factores desconocidos influyan en las observaciones es mucho mayor
* Como consecuencia, los modelos cuantitativos son muy vulnerables

El problema de la complejidad es especialmente patente en las ciencias sociales, que deben tratar con un gran número de factores humanos, económicos, tecnológicos y naturales fuertemente interconectados. En este caso la dificultad se multiplica por la imposibilidad de llevar a cabo experimentos y por la propia intervención del hombre como sujeto y como objeto (racional y libre) de la investigación.

La mayor parte de los problemas con los que tratan las ciencias sociales son de gestión: organización, planificación, control, resolución de problemas, toma de decisiones, etc. En nuestros días estos problemas aparecen por todas partes: en la administración, la industria, la economía, la defensa, la sanidad, etc.

Así, el enfoque de sistemas aparece para abordar el problema de la complejidad a través de una forma de pensamiento basada en la totalidad y sus propiedades que complementa el reduccionismo científico.

Véase una excelente presentación de las ideas de sistemas en "Systems Thinking, Systems Practice" (P. Checkland, Wiley, 1999).

Lord Rutherford pronunció la frase que refleja más claramente el éxito del método científico reduccionista durante el primer tercio de este siglo: "Hay Física y hay coleccionismo de sellos". El objetivo último era explicar cualquier fenómeno natural desde el punto de vista de la Física.

Fueron los biólogos quienes se vieron en primer lugar en la necesidad de pensar en términos de totalidades. El estudio de los seres vivos exigía considerar a éstos como una jerarquía organizada en niveles, cada uno más complejo que el anterior. En cada uno de estos niveles aparecen propiedades emergentes que no se pueden explicar a partir de los componentes del nivel inferior, sencillamente porque se derivan de la interacción y no de los componentes individuales.

En los años cuarenta comienza un vivo interés por los estudios interdisciplinares con el fin de explorar la tierra de nadie existente entre las ciencias establecidas. Estos estudios ponen de manifiesto la existencia de analogías (más bien isomorfismos) en la estructura y comportamiento de sistemas de naturaleza muy distinta (sistemas biológicos, mecánicos, eléctricos, etc.). Así es como Wiener y Bigelow descubren la ubicuidad de los procesos de realimentación, en los que informaciones sobre el funcionamiento de un sistema se transmiten a etapas anteriores formando un bucle cerrado que permite evaluar el efecto de las posibles acciones de control y adaptar o corregir el comportamiento del sistema. Estas ideas constituyen el origen de la Cibernética, cuyo objeto es el estudio de los fenómenos de comunicación y control, tanto en seres vivos como en máquinas.

Un concepto previo al de comunicación es el de información. Los trabajos en este campo de Wiener y especialmente de Shannon llevaron a establecer una teoría estadística de la información.

En esta misma década, von Bertalanffy proponía los fundamentos de una Teoría de Sistemas Generales y en 1954 se crea la Sociedad para la Investigación de Sistemas Generales. El programa de la sociedad era el siguiente:

1. Investigar el isomorfismo de conceptos, leyes y modelos en varios campos, y promover transferencias útiles de un campo a otro
2. Favorecer el desarrollo de modelos teóricos adecuados en aquellos campos donde faltaran
3. Reducir en lo posible la duplicación de esfuerzo teórico en campos distintos
4. Promover la unidad de la ciencia, mejorando la comunicación entre los especialistas

El objetivo último de von Bertalanffy, el desarrollo y difusión de una única meta-teoría de sistemas formalizada matemáticamente, no ha llegado a cumplirse. En su lugar, de lo que podemos hablar es de un enfoque de sistemas o un pensamiento sistémico que se basa en la utilización del concepto de sistema como un todo irreducible.

La Teoría “M”

Nuestro Universo no es el único, nuestro Universo podría ser como una burbuja que flota en un océano de burbujas

Existe un dicho popular que dice, “yo como Santo Tomás hasta no ver no creer”, esto resulta muy evidente dado que percibimos nuestro mundo, nuestro entorno a través de nuestros cinco sentidos (olfato, gusto, tacto…), y esto lo entendemos así desde pequeños, pero qué pensaría usted amable lector si esto ya no fuera tan evidente, si esto ya no fuese el razonamiento a seguir, si algo nos confrontara con nuestra percepción y nuestra forma de analizar las cosas ¿lo aceptaría usted?

Vamos juntos a explorar lo que hoy en día la comunidad científica está cuestionándose y que está causando gran alboroto, nuevas ideas y teorías reveladoras están debatiéndose en la mesa y al parecer esto es solo el inicio.

La existencia de otros lugares más allá de nuestros sentidos, no ha sido algo ajeno a los físicos, a los matemáticos y a los cosmólogos, de hecho por cientos de años o quizás miles de años, esta es una de las interrogantes que más ha intrigado no sólo a los científicos sino a la gente en general. Los recientes descubrimientos y los hallazgos arqueológicos son testimonio de esto.

Diferentes religiones a lo largo de este tiempo han supuesto la existencia de seres en esos mundos ocultos, sin embargo la ciencia se ha mantenido al margen… al menos hasta ¡hace poco tiempo!

Albert Einstein, reconocido científico, y precursor de la famosa teoría de la relatividad, tuvo después de la Segunda Guerra Mundial la enorme inquietud por concebir una teoría capaz de explicar todo en el Universo es decir, una Teoría Unificadora, y que los físicos llamaron “La Teoría del Todo”, desafortunadamente muere sin haber dado respuesta a su grandiosa idea.

A partir de los años 20, los científicos buscaban la ubicación exacta de los electrones, después de varios intentos fallidos llegaron a la conclusión que esto era imposible. Esta idea predominó en los años subsecuentes sin embargo, después de haber obtenido algunos avances fue en los 80’s que se concretó una idea atrevida, la cual tenía que ver con las Cuerdas (objetos unidimensionales). Desde los inicios de la física, al menos de lo que se tiene registrado, se creyó que la materia estaba hecha de partículas sin embargo, con esta “nueva teoría” se piensa que la materia está hecha de pequeñas cuerdas, de ahí el nombre

Al tocar una cuerda de algún instrumento musical como la guitarra, se generan determinadas frecuencias, pero si se toca de otra manera (la cuerda) se obtienen otras frecuencias generándose así diferentes notas. De acuerdo a esto podemos decir que la naturaleza es como si estuviera hecha de notas musicales las cuales son generadas por estas cuerdas. El Universo es como una sinfonía y las leyes de la física son como una armonía de estas supercuerdas.

La Teoría de Cuerdas tuvo mucha aceptación y algunos científicos comenzaron a preguntarse, ¿porqué no se utiliza está teoría como una teoría básica y unificadora de la naturaleza? Siguiendo así con la idea original de Albert Einstein. En otras palabras, debía explicar nada más y nada menos que el origen del Universo.

Desde hace tiempo los científicos saben que todo comenzó con una explosión enorme, con el Big Bang. Hoy en día los cosmólogos han pulido esta Teoría del Big Bang, llevando la física hasta el nacimiento de la primeras galaxias con sus estrellas, tan es así que ahora se puede determinar con certeza que condiciones prevalecían en el Universo cuando este tenía mil millones de años, e inclusive cuando sólo existían algunos cuantos núcleos o más aún, justamente en el instante del Big Bang (10-35 segundos) lo cual es una cifra inimaginable.

Sin embargo, todo salió mal, después de un intento tras otro, no fue posible combinar ambas teorías, sino que además ambas teorías comenzaron a nulificarse. De igual forma, otro problema que surgió fue el hecho que no sólo existía una sola “teoría de cuerdas- TC” sino cinco. (llamadas por los físicos teorías cuánticas de la gravedad)

Por curioso que parezca, la teoría del Big Bang (como originalmente se concibió) no nos ofrecía respuestas acerca del origen del Universo, es más no nos decía ¿qué explotó? o ¿por qué explotó? o ¿qué paso después de la explosión? Nuestro Universo obedece a principios y leyes, donde estas leyes solo pueden ser escritas en el lenguaje de la matemática, ya que nuestros limitados sentidos son incapaces de percibirlas y mucho menos interpretarlas.

Continuando con nuestro relato, dado que las leyes de la física (como las que aprendemos en la escuela) colapsaron o se desmoronaron en el momento de la gran explosión (los científicos llaman a esto “singularidad”), no falto quién dijera que esto no era la Teoría del Todo llamándole la Teoría de la Nada, de manera irónica…

Al igual que la moda femenina, la comunidad científica por una razón u otra también sigue modas a través de los llamados gurus, quienes marcan las tendencias de hacia donde se deben desarrollar las nuevas teorías. Algo similar sucedió con una teoría que en su momento fue relegada o minimizada por los seguidores de la Teoría de Cuerdas. Michael Duff (Universidad de Michigan) junto con sus colaboradores propuso una teoría llamada la Teoría de la Supergravedad, la cual es muy similar a la TC excepto por el número de dimensiones en el Universo.

Vivimos en un mundo de tres dimensiones o tridimensional (adelante y atrás; arriba y abajo; derecha e izquierda), al menos eso es lo que percibimos, sin embargo Einstein sugirió en sus trabajos que el tiempo era una cuarta dimensión, luego otros físicos sugirieron una quinta dimensión, luego una sexta y así sucesivamente, todas estas dimensiones extras son algo que no podemos percibir con nuestros limitados sentidos, la mayoría son consideradas de un tamaño muy pero muy pequeño, sin embargo, los científicos pensaron que realmente debían existir. La TC sugería diez dimensiones. Mediante cálculos matemáticos los científicos encontraron que una cuerda al vibrar necesita un espacio décadimensional (diez dimensiones, nueve espaciales y un tiempo), mientras que a diferencia de esto la Teoría de la Supergravedad planteaba once dimensiones, esta controversia causó una batalla entre quienes estaban a favor de las diez dimensiones (la mayoría) y quienes lo estaban con la onceava dimensión (un pequeño grupo). Debido a que una “teoría unificadora” no podía venir de cinco teorías diferentes (teorías de cuerdas), pese algunos científicos conservadores y después de varios años, esta controversia poco a poco fue diezmando hasta que la balanza fue inclinándose hacia la onceava dimensión.

Una vez aceptado este hecho, de pronto estas cinco teorías parecían unificarse al incluir esta onceava dimensión, es decir resultaron ser simples manifestaciones de otra teoría fundamental, algo totalmente diferente y nuevo.

Si antes se consideraba que los componentes esenciales de toda la materia que conforma al Universo estaba formada por estas diminutas e invisibles cuerdas, ahora con la incorporación de esta onceava dimensión, parecería como si todas estas cuerdas se estiraran, se conectaran y se combinaran para formar entre si una membrana, una membrana que conforma a nuestro Universo, por lo cual surgió así una nueva teoría llamada la Teoría de las Membranas o simplemente “La Teoría M”.

Algunos la llaman, la Teoría madre (por ser la teoría de todas las cuerdas), la teoría mágica, misteriosa, majestuosa etc. Esto nos lleva a un lugar donde todas las leyes del sentido común ya no son posibles, y tienen que ser abandonadas. Las membranas son infinitamente largas pero con una distancia muy corta a lo ancho (cuyo valor se estimó en un trillonésimo de un milímetro= 10-20 mm = veinte ceros a la izquierda a partir del punto decimal). Hay un trillinésimo de milímetro desde cada punto de nuestro mundo tridimensional, para explicarlo mejor es una distancia tan corta pero tan corta que es más cerca que la distancia que hay de la ropa a nuestro cuerpo por eso es algo que no se puede percibir o se puede sentir. Como nadie podía imaginar como es esto, algunos especularon que podría ser como una fina hoja flotando en el aire, otros mencionaron que era algo parecido a una burbuja vibrante que vuela sin rumbo. Otros sugirieron membranas cilíndricas y hasta enlazadas (como una dona), otras tenían agujeros de diferentes formas. Con estas conjeturas se observo que estas membranas no sólo tenían la forma de burbuja o lámina, sino que tenían gran cantidad de diferentes branas de distintas dimensiones, llamadas D-branas, (inglés, D–brane) cada una de estas membranas era un posible Universo.,…en poco tiempo la onceava dimensión parecía estar atestada de innumerables membranas. Otro cuestionamiento que también surgió fue; ¿quién vive en la onceava dimensión?

La tierra nos atrae y al igual que a nosotros a toda aquella materia que se encuentra en ella (animales, barcos, balones,…), y el sentido común nos dice que esta fuerza debería ser muy grande, sin embargo podemos levantar objetos metálicos y pesados por medio de un imán, entonces surge aquí una pregunta, ¿porqué la gravedad es débil? si se supone que debería ser más fuerte, ya que proviene de nuestro planeta tierra. Pues bien, esta interrogante fue lo que planteó la científica Lisa Randall (Universidad Harvard), quién propuso que la aparente debilidad de la gravedad se debe a que su fuerza se distribuye no sólo en nuestro Universo sino en otras dimensiones, para esto se apoyo en la Teoría M. Partió del supuesto que la gravedad se filtraba desde nuestro Universo hacia un espacio “vacío” hasta llegar a la onceava dimensión, pero sus datos no concordaban, entonces planteó el problema al revés, es decir que desde esta onceava dimensión había una membrana donde parte la fuerza de gravedad (cuya fuerza es muy fuerte) y se filtra por las demás dimensiones hasta llegar a nuestro Universo, de tal forma que al llegar aquí solo es un tenue vestigio de esta. ¡Sus cálculos encajaron perfectamente!

Imaginemos que tenemos dos membranas, donde en una de ellas nos encontramos y en la otra existe otra materia, donde no se encuentran nuestras partículas, ni la materia que nos compone, ni otro tipo de elementos o fuerzas relacionados con nuestra membrana, en pocas palabras cada uno con propiedades distintas, pues bien de forma similar podemos decir que solo percibimos el extremo de la gravedad ya que la mayor parte se encuentra en ese Universo de otra dimensión. Es así como podría explicarse la fuerza de la gravedad al incorporar un “Universo Paralelo”. Esta idea abrió una caja de Pandora y físicos de todo el mundo comenzaron a estudiar diversos problemas desde la onceava dimensión, y cada vez que parecían tener la respuesta correcta otro Universo Paralelo surgía. Conforme más planteamientos se buscaban desde la onceava dimensión más Universos Paralelos surgían. Algunos otros plantearon la posibilidad de una membrana tridimensional latiendo desde el lado opuesto de la onceava dimensión, aunque en principio esto no fue bien recibido, con estos nuevos planteamientos esta idea sería otra vez reanalizada. Esto resultó tan inquietante que algunos científicos no dudaron en preguntarse, ¿es nuestro Universo el único?

Esto quiere decir que las partículas pueden estar en más de un solo lugar al mismo tiempo y la única explicación a esto es que las partículas no pueden existir solamente en nuestro Universo, también existen en otros Universos en donde hay un infinito número de estos Universos Paralelos. Superpuesto a lo que conocemos hay un Universo alternativo, para entender un poco mejor esto, es como tener por un lado al Presidente de nuestro país dando un discurso y por otro lado a un cantante de rock de moda dando un concierto (dos Universos Paralelos).

Quizás en un Universo el protón es inestable originando que los átomos se disuelvan, por lo tanto el ADN no puede formarse, teniéndose un Universo de electrones y electricidad, o de relámpagos y neutrones pero sin materia estable, los otros universos son paralelos al nuestro, quizás muy cercanos pero nunca los hemos percibido, podrían ser muy diferentes con otras leyes de la naturaleza, quizás no todos tengan vida pero sea cual sea la fracción de estos Universos con vida, si hay una cantidad aunque sea ínfima de esos universos entonces tenemos una cantidad infinita de universos que tienen civilizaciones, algunas de estas membranas tridimensionales podrían ser igual al nuestro pero quizás no nos encontramos ahí.

Pero esto no es todo, otra prueba que analizaron los físicos fue, si la Teoría M podría explicar la singularidad es decir, el origen del Big Bang.

Plantearse de nueva cuenta; ¿si hubo un comienzo? ¿existió el tiempo antes del Big Bang?, ¿de donde vino el universo?, ¿marcó la singularidad el comienzo de la gran explosión?, fue lo que inquietó al cosmólogo Neil Turok (Universidad Cambridge), el cual mencionó que era insatisfactorio marcar un punto (la gran explosión) y a partir de este considerar que todo comenzó, ignorando lo anterior, por lo tanto decía; si se logra traspasar está limitante se traspasaría a la “singularidad” dando origen a otra nueva teoría general del Universo (lo anterior puede interpretarse como ¿qué existió antes del Big Ban?). Fue cuando entonces en una conferencia Turok escuchó una propuesta interesante de Burt Ovrut la cual señalaba que la onceaba dimensión no era un lugar tranquilo y sereno como se pensaba antes del 2001, sino que era un lugar turbulento como las olas del mar. Se sabe que las cosas no son uniformes en el universo, hay estrellas, hay galaxias, hay coasares, hay grupos de materia etc. Las membranas no son uniformes o lisas en su superficie sino que tienen ondas, señaló Burt.

Después de la conferencia, a Ovrut y Turok se les unió Paul Steingart (Universidad Princeton), los cuales fueron a ver una obra teatral a Londres, durante su viaje en tren comenzaron a tener varias ideas, acerca de ¿qué causo el Big Bang?, ¿cómo era posible que dos membranas pudieran colisionar y generar toda la materia y radiación del universo? etc.

Si dos membranas o branas se acercan al juntarse no se tocan en el mismo lugar y al mismo tiempo, sino que se tocan en diferentes puntos y en distintos momentos debido a que al moverse la brana se ondula y al tocarse o colisionarse (colisiones de enorme proporción) distribuye esas ondas en materia real, es como el choque de las olas del mar. Por lo tanto las ondas fueron las que causaron los grupos de materia después del Big Bang. Los Universos Paralelos se mueven por la onceava dimensión como olas y al igual que cualquier ola esta se ondula. La existencia de branas antes de la singularidad implica que existió el tiempo antes del Big Bang, es decir, es como si en esos instantes antes de la gran explosión se tuviese otro mundo, como cuando se forman burbujas de jabón, solo que esta sería como formar una burbuja dentro de otra, emergiendo así una nueva burbuja a partir de otra. Por lo tanto, a la conclusión que llegaron Ovrut, Turok y Steingart después de hora y media de intensa plática fue que el Big Bang es la consecuencia de un encuentro de dos mundos paralelos,… después estos tres científicos fueron a ver la obra de teatro, dando así una sorprendente respuesta a una gran interrogante.

La teoría M todavía esta siendo debatida, pero de ser ampliamente aceptada esta sería la teoría que Einstein estaba buscando. La respuesta que esto nos ofrece es paradójica debido a que nuestro Universo no es algo “especial” dentro del vasto cosmos, ya que no es más que uno entre un infinito número de membranas es decir, es sólo uno de entre los muchos universos que conforman algo llamado, “el multiuniverso”. Este multiuniverso está conformado de un infinito número de Universos, cada uno con sus propias leyes de la física y propiedades. Los Big Bang ocurren todo el tiempo, nuestro Universo coexiste con otras membranas, con otros universos que también están en proceso de expansión, ahora los científicos hasta especulan en crear universos en un laboratorio,… este crecería en una cochera y sería tan grande que en un determinado tiempo crearía su propio espacio y en menos de un segundo se separaría de nuestro Universo para evolucionar como un Universo aislado sin desplazar en nada el territorio en el que estamos. (Valga aquí la analogía con el nacimiento de un ser humano o ser vivo, “un universo que nace a partir de otro universo”)

Nuestro Universo no es el único, nuestro Universo podría ser como una burbuja que flota en un océano de burbujas.

Por Leticia Herrera y Oscar Nicolas Suárez - La Gran Época

Todo lo que somos es el resultado de lo que hemos pensado

Tu mente debes utilizarla como una herramienta para servirte, no debes permitirle que te domine o perjudique. Unos minutos de pensamientos negativos bastan para que tu rostro se apague y aparezca un ceño fruncido, con ellos llegan las ganas de dejar de hacer cosas, menos energía y algo que dejaras de lado para otro día, si hubieras analizado ese pensamiento podrías haber cambiado un poco las cosas y evitado tales resultados.

Cuida y vigila tus pensamientos, recuerda que ellos determinan tu forma de actuar y tu destino. Espíritu y mentes elevadas, éxito financiero y logros materiales son resultados de quien trabaja con grandeza y esfuerzo utilizando a su favor todo el poder de sus pensamientos que se verán reflejados en una auténtica vida en positivo.

A partir de Hoy proponte analizar que clase de pensamientos te permitirás tener en tu mente, si son los adecuados o si ha llegado la hora de modificarlos. Antes de pretender controlar nada ahí afuera debes aprender a controlar tus pensamientos, detente a mirarlos para reemplazarlos cuando no sean los adecuados, llena tu mente con los pensamientos, imágenes y sentimientos correctos. Creará lo que mantenga en mente de forma continua, los pensamientos que alberga en su mente están dibujando su futuro en este mismo momento. Descarta y elimina de tu mente aquello que no desees o que te produzca daño, deja de alimentar con tu energía y pensamientos aquello que no deseas, aleja tu mente y tu atención de aquello que quieres evitar.

Repite los pensamientos de aquello que deseas y de forma continua, visualiza lo que anhelas, al pensar en ello lo alimentas y aumentas en tamaño, cada pensamiento tiene el poder para construir lo que es compatible con ellos. Aquel que se alimenta de elevados pensamientos alcanzará la madurez y el equilibrio, la sabiduría y nobleza, el éxito y la fortuna, debes darle a tus pensamientos el valor y la dimensión real que tienen, solo así los controlarás inundando tu mente con los pensamientos correctos, los que serán artífices de la creación que deseas obtener.

Toma nota del tipo de pensamientos recurrentes que Tú crees son un obstáculo en tu vida, para así tomar conciencia de ellos y cambiarlos cada vez que se presenten. Detente de tanto en tanto a ver que es lo que ocupa tu mente, deja que tu atención se pose sobre aquello que es positivo para tu vida. Decídete a tomar el mando de tus pensamientos y notarás los cambios, los pensamientos que llenen tu mente determinaran lo que serás. Por tanto debes pensar de una manera más ordenada y eficaz, saber que tu mente es una herramienta que te debe servir, prepárala entonces para que lo haga de la mejor manera posible.

Porque has de saber que todo lo que encuentra lugar en tu mente crece y se refleja en tu vida, sobre aquello que se pose tu mirada crecerá y se alimentara de forma positiva, pues cada pensamiento tuyo tiene su manifestación, sea este bueno o malo, todo lo que haces es fruto directo de tus pensamientos, lo que sientas y digas será el resultado de ellos, es como tirar una pequeña piedra en un estanque, el movimiento de ondas que produce tiene un alcance mucho mas allá de donde ella fue arrojada.

Para cambiar tu vida y lo que manifiestas en ella debes empezar por cambiar tus pensamientos, para atraer y manifestar lo que realmente deseas. A los cambios en la manera de pensar le siguen los cambios en la vida, tan cierto como lo ha sido siempre, no es fácil, pero con práctica continua se puede lograr poco a poco ir modificando tus estructuras de pensamiento, algo que nadie te puede impedir cambiar.

Primero es el pensamiento, piensa en algo y si ese algo atrae tu atención y lo deseas realmente, inevitablemente influirá de alguna manera en tus actos, la suma de los cuales lo llevan hacia un lugar o hacia otro, lo posicionan de determinada manera y dan forma a tu realidad. Todo nace entonces de tus pensamientos, siendo los más poderosos aquellos que están acompañados de tus sentimientos y deseos, estos dan forma a lo que es tu vida.

La energía y vigor, salud y equilibrio físico o su opuesto de enfermedad y desequilibrio son el resultado de tus procesos de pensamientos continuos. La salud de un cuerpo debilitado está en el cambio de sus hábitos alimenticios y de pensamiento, modificar y fortalecer ambos renueva la estructura corporal como resultado directo. El cuerpo esbelto y saludable tiene relación con la clase de pensamientos que albergas con mayor frecuencia en tu mente.

Mire tu rostro y tu cuerpo con detenimiento y verás dibujadas señales de tus pensamientos, tu vida grita en todas direcciones como es tu forma de pensar. El desorden y la debilidad, los vicios y la desorientación son el producto de pensamientos que alberga quien sufre de estas circunstancias, la duda y el temor sólo traerán debilidad y resultados incorrectos o la falta directa de ellos.

Para lograr un vida en positivo proponente revisar tus hábitos de pensamientos, seguramente vas a encontrar en tu mente la similitud con una casa abandonada, por lo que deberás trabajar para establecer el orden y la limpieza para dejar lugar en ella sólo a lo que es compatible con tus intereses y deseos más elevados. Culpabilidad; temor; duda y vergüenza son la clase de sentimientos que operan en tu contra para la consecución de tus objetivos, sólo alimentando tus virtudes eliminarás y dejarás cada vez menos lugar para todo y cuanto negativo pudiera haber en tu vida.

Con los mismos pensamientos obtendrás los mismos resultados, si piensas como antes lograrás lo mismos resultados que hasta ahora, para cambiar los resultados debes cambiar tu forma de pensar, ese es el punto de partida para lograr tus objetivos. Es importante producir un gran cambio positivo en tu mentalidad y comenzar a creer que lo que deseas es posible, como lo creíste alguna vez, dejar lugar en forma continua en tu mente para los pensamientos positivos y las imágenes de éxito. Cambiar tu forma de pensar te llevará un tiempo al tener que replantearte la forma en que lo hiciste durante años, no es una tarea sencilla y quizás al principio parezca que nada sucede, pero una serie de mecanismos internos estarán en funcionamiento.

Cuando te sorprendas dudando o con pensamientos negativos o contradictorios, simplemente cambia pensamientos negativos por positivos, repita palabras positivas, recuerde el poder de las palabras. Trabaja la autosugestión y alimente tu subconsciente con los pensamientos adecuados, actúa con fe y tranquilidad. El conflicto y el temor bloquean tus canales de la realización, procura evitar los pensamientos débiles y negativos, las intenciones contradictorias y la confusión. Miedo, envidia, crítica y violencia serán como tapones en tus conductos de energía creadora.

Para vivir en armonía tu vida con el universo y contigo mismo detente de tanto en tanto y escucha esa voz interna que no calla y habla constantemente, esa voz de alguien que te anima para avanzar por más, o simplemente te dice en forma constante cuales son las razones por las que debes permanecer como estas sin efectuar cambios ya que no eres capaz de obtener algo más. Esa voz te alentará y animará para avanzar o pedirte que te ocultemos para no arriesgarte.

El Pensamiento Sistémico y la Libertad

Siempre me gustó creer que ser libres constituye una característica esencial de los seres humanos. Como Jean Paul Sartre alguna vez nos advirtiera, los seres humanos estamos condenados a la libertad. Ante cada circunstancia de nuestra vida, no podemos escapar a la elección de cómo responder frente a cada uno de los desafíos planteados.

Es verdad que no elegimos lo que nos pasa. Lo inesperado y contingente gustan de presentarse imprevistamente. Pero también es cierto que podemos elegir, como seres humanos responsables y dotados de conciencia, la manera en la que hemos de responder, a través de nuestras acciones, a cada uno de los desafíos que la vida nos plantea.

Claro que responder adecuadamente, es decir con acciones que nos acerquen a nuestros objetivos y a la vez honren nuestros valores, no siempre es una tarea sencilla. Sólo una comprensión cabal del fenómeno sobre el cual queremos intervenir, ha de posibilitarnos conseguir los resultados planteados. Así el saber nos hace más libres. Nos otorga la libertad de obtener lo que deseamos y, lo que es aún más importante, la libertad incondicional de elegir la forma en que perseguimos lo que deseamos.

Nuestra vida está edificada sobre sistemas de enorme complejidad. Nuestras acciones impactan no solamente sobre nuestros propios resultados, sino sobre los resultados de quienes nos rodean. Lo mismo sucede a la inversa.

No podemos evitar intervenir en el juego. Y de hecho lo hacemos de variadas maneras. Muchas veces de maneras que ni siquiera nosotros mismos advertimos.

Ante esta circunstancia, resulta imperativo ponernos en situación de poder elegir cómo actuar para adquirir cada vez mayores niveles de productividad y armonía.

¿Cómo esperar diseñar un avión que se sustente en el aire, sin conocer las leyes de la aerodinámica?

¿Cómo pretender intervenir en un mercado, sin comprender cabalmente la naturaleza de las relaciones que se verifican entre los agentes económicos?

¿Cómo intentar liderar una organización empresarial, un grupo humano, ignorando la complejidad de las interrelaciones personales?

¿Qué ocurre cuando intervenimos en sistemas complejos, sin conocer las leyes que los gobiernan?

Creo advertir que el Pensamiento Sistémico nos permite desarrollar herramientas conceptuales que mejoran decisivamente nuestra competencia para intervenir productiva y eficientemente en procesos de alta complejidad. He aquí la profunda relación que adivino encontrar entre la disciplina sistémica y la libertad.

Pero intervenir adecuadamente no es una cuestión de buena voluntad, no se trata de una expresión de deseos nobles, sino de un riguroso trabajo de comprensión de las sutiles leyes del pensamiento sistémico.

Es por ello que, a modo de resumen y humilde colaboración, me permito recordar aquellas leyes sistémicas que, creo, vale la pena recordar al ensayar una intervención orientada a resultados.

• La estructura determina el comportamiento.

Son las relaciones fundamentales entre las partes de un sistema, las que determinan el comportamiento del mismo. Cuando observamos funcionar un motor, o una central eléctrica o la cocina de casa, vemos partes que se mueven, o cilindros que giran, o una hornalla quemando gas. Lo que nuestros ojos ven, sin embargo, son las manifestaciones de una estructura subyacente, que normalmente permanece oculta a nuestra mirada.

No son las partes, en su forma física o en el material del que están hechas, lo único que determina el comportamiento de un sistema. Más bien las partes están diseñadas para cumplir con ciertas relaciones entre ellas que hacen que el sistema sea un motor, una central térmica o una cocina.

Podemos cambiar el aspecto de las partes, e incluso podemos construirlas en distintos materiales alternativos, pero si queremos seguir teniendo el mismo artefacto, deberemos respetar algunas relaciones que deben verificarse entre sus componentes. El aspecto exterior de la cocina de mi casa y la que tenía mi abuela en la suya son bien distintos. Sin embargo, las relaciones fundamentales entre las partes de una y otra son casi exactamente las mismas.

Esta ley del Pensamiento Sistémico nos permite comprender, cuando se trata de sistemas humanos complejos como lo son nuestras actuales organizaciones, que en lugar de ocuparnos en buscar un culpable cuando se verifica un resultado no deseado, debiéramos centrar nuestros esfuerzos, y también nuestros recursos, en indagar cuáles son las condiciones más sutiles que dieron lugar al error, en primer lugar.

• Pensar globalmente, actuar localmente

Para comprender el funcionamiento de un sistema es necesario recordar la ley anterior. Esto nos ayudará a pensar en términos globales, a ver más allá de la mirada lineal que nuestro sentido común nos propone. Sin embargo, no es posible intervenir en el todo. Para diseñar nuestras acciones debemos focalizar nuestra atención sobre ciertos aspectos puntuales del sistema.

Debemos pensar globalmente y actuar localmente. Ambas cosas a la vez. Si nos quedamos en el pensamiento global, jamás seremos capaces de pasar a la acción efectiva. Si actuamos sin tener en cuenta el todo (las partes y sus interrelaciones) accionaremos pobremente, con baja productividad o con resultados desalentadores.

Nuestra atención debe ir desde el todo a las partes, pero no en la manera que propone el método analítico, es decir descomponiendo el todo, sino más bien lo contrario, yendo de lo global a lo local sin perder de vista el todo, sin ignorar ni destruir las relaciones entre las partes. Actuar localmente no implica olvidar el sistema global, sino accionar sobre un punto de apalancamiento, el que se constituye como tal precisamente porque en dicho punto confluyen ciertas relaciones fundamentales sobre las que es preciso intervenir.

• Antes peor que mejor (y viceversa)

El comportamiento observado de un sistema, ante una intervención en su estructura, normalmente empeorará antes de mejorar.

Esta ley tiene su corolario inverso, es decir que ante intervenciones de bajo poder de palanca sistémica, el comportamiento observado tenderá a mostrar una mejoría antes de desbarrancarse definitivamente.

Por lo tanto: cuidado con las soluciones inmediatas. Suelen ser engañosas cuando nos enfrentamos a sistemas complejos.

• Problemas de hoy, soluciones de ayer

Esta ley deriva lógicamente de la anterior. Muchos de los peores problemas que hoy tenemos que enfrentar, son el resultado de lo que en el pasado consideramos “soluciones muy adecuadas”.

Nuestros horizontes de aprendizaje son, por lo general, muy cortos. No somos demasiado hábiles para comprender, a través del tiempo, las verdaderas consecuencias de nuestro accionar.

Tenemos inconvenientes para intervenir en sistemas que contienen una cierta demora entre nuestra acción sobre ellos y el resultado de tales acciones. (¿Recuerda su última ducha en un hotel? ¿Cuántas veces el agua se calentó demasiado antes de enfriarse más allá de lo soportable? ¿Recuerda qué difícil es alcanzar el punto justo, cuando no conocemos el tiempo que transcurre entre que movemos los comandos y llega el tipo de agua seleccionada?)

Imagine los resultados catastróficos que pueden ocurrir en nuestras organizaciones empresariales, si ignoramos recurrentemente esta cuarta ley.

Vivir en armonía con un mundo complejo

¿Cuáles son las barreras que nos impiden pensar más sistémicamente? Creo que todo parte de una comprensión fragmentada, asistémica, del mundo que nos rodea. Es la fragmentación la que nos hace pensar en términos de partes, de divisiones, de áreas, de departamentos. Los sistemas de management de nuestras organizaciones descansan fuertemente en este tipo de comprensión.

A partir de la fragmentación de nuestras organizaciones caemos en un pobre entendimiento de la competencia. Esto explica por qué muchas veces, en nuestras empresas, nos encontramos compitiendo denodadamente contra aquellas personas con las que se supone debiéramos cooperar.

Inspirados en la competencia así entendida, actuamos reactivamente, es decir que diseñamos nuestras acciones como una respuesta adecuada a las acciones de los otros. Terminamos haciendo lo que consideramos mejor para responder a las acciones de nuestro medio, en lugar de hacer lo que deseamos de verdad.

El Pensamiento Sistémico intenta presentar una respuesta alternativa a este estado de cosas. Propone la Memoria del Todo allí donde reina la Fragmentación, la Cooperación en libertad allí donde impera la Competencia, y el Actuar Generativo en lugar de Accionar Reactivamente.

Cada vez más nuestras organizaciones necesitan de personas libres para decidir qué caminos tomar y responsables para responder por sus elecciones.

Al pensar en forma sistémica nos volvemos más libres como individuos, ya que se amplían nuestras posibilidades de intervención y nuestro poder para modificar el estado del mundo. Asimismo, nos volvemos más responsables de los resultados globales de nuestras propias acciones, al comprender profundamente las estructuras en las que jugamos el triple papel de actores, observadores y creadores.

Es por todo esto que me gusta creer que el Pensamiento Sistémico representa una enorme posibilidad de vivir en armonía en un mundo complejo, apoyados en una sólida disciplina conceptual y en una serie de prácticas e intervenciones inspiradas en una ética de responsabilidad y libertad.

Por César Grinstein. Prof. Universitario y Director General de CePAO (Centro para el Aprendizaje en Organizaciones).

La Ley de la Atracción

La Ley de la Atracción dice que tu actitud sobre la vida tiene mucho que ver con lo que obtienes en la vida. No es debido a que hallas nacido en una familia rica o en una familia pobre, o que estés viviendo en un país rico o en uno en desarrollo. Nuestro estado mental es el factor decisivo para nuestro desarrollo y bienestar. Como dice Napoleon Hill: “El instrumento mas poderoso que tenemos… el poder de nuestra mente”.

Todos deseamos una vida prospera, con buena salud física, emocional, mental y financiera.

Si tienes una actitud mental saludable y crees en ti mismo, y si tomas acción (y no solo te quedas pensándolo), entonces estas creando las intenciones, energías, vibraciones y expectaciones para atraer hacia ti lo que deseas, incluyendo el nivel de bienestar y riqueza que buscas. A esto se le llama la Ley del la Atracción.

Tienes una actitud mental positiva cuando te involucras en pensamientos, actitudes, emociones y hábitos que buscan mejorar tu bienestar en general. La actitud lo es todo! Ser positivo y optimista tiene efectos benéficos sobre nuestro cuerpo, lo cual esta comprobado científicamente.

La Ley de la Atracción dice que la gente experimenta en la realidad los efectos de sus emociones y pensamientos predominantes. Es decir, podemos influir mucho en nuestra vida a través de nuestros pensamientos. Esto tiene su lado bueno y malo: si tienes pensamientos y emociones positivas y saludables, atraerás eventos positivos y de bienestar a tu vida. Pero si por el contrario estas deprimido todo el tiempo, tus pensamientos y emociones serán sombrías…. y así serán los eventos que ocurran en tu vida.

“Tus pensamientos determinan tu destino”. Esta idea de que los pensamientos de uno son energía que puede cambiar nuestra realidad, esta puesta de moda por la película “El Secreto”, sin embargo no es una idea nueva. Buddha dice: “En lo que te has convertido es resultado de lo que has pensado”. En el mundo occidental, la idea de “pensamiento positivo” se hizo popular en el siglo XIX. La Ley de la Atracción se describe en el libro de 1906 “Vibración del Pensamiento” escrito por William Walker Atkinson. Muchos libros modernos se refieren a esta Ley usando términos como “pensamiento positivo” o “secretos del éxito”.

Mas recientemente, en 2006 surgió la película “El Secreto” que trata el tema de la Ley de la Atracción, y la cual ha tenido una cantidad tremenda de publicidad. Mas tarde salio el libro del mismo nombre, basado en la película. La película fue creada por la australiana Rhonda Byrne, quien dice que si sigues las técnicas descritas en su película, podrás tener lo que desees en la vida, ya sea riqueza financiera, salud física, estar con la persona que amas, etc.

Rhonda dice que ella encontró El Secreto en el 2004. leyó cientos de libros, escucho cientos de horas de cintas de audio e investigo a través de internet, siguiendo el rastro de El Secreto desde el año 3500 antes de Cristo hasta el tiempo actual.

“Desde que descubrí el secreto… estoy viviendo mi vida por primera vez”, dice ella. Rhonda ve el Secret como el principio de que “lo semejante atrae a lo semejante”. Ella lo llama “la Ley mas poderosa en el Universo”, y dice que funciona todo el tiempo. “Atraemos a nuestra vida lo que queremos, y eso esta basado en lo que estamos pensando y sintiendo”.

Esto es, todo lo que te sucede -ya sea bueno o malo- es lo que tu atraes con tus pensamientos y emociones. Lisa Nichols, una experta que aparece en la película, lo pone de esta manera: “Si vas a un restaurante y ordenas algo, esperas completamente que te lo sirvan tal y como lo pediste. Así es como funciona el Universo. Tu estas dando ordenes, continuamente, ya sea consciente o inconscientemente”.

Si culpas a otros de lo que te pasa, o si aceptas las fallas de la vida como “cosa del destino” entonces estas invitando a que tales fallas aparezcan. Tienes que elegir tus pensamientos y emociones con responsabilidad.

Todos podemos seguir los principios del El Secreto y recordarnos a nosotros mismos que la vida esta llena de promesas y abundancia. Podemos hacer de manera consciente la elección día con día de pensamientos que nos acerquen las cosas, situaciones y personas que queremos. Tus pensamientos anteriores crearon tu dia de hoy, tus pensamientos de hoy crearan tu futuro… Que estas creando hoy para tu futuro?

martes, 26 de agosto de 2008

El problema de medida de un sistema físico y los Universos Paralelos

De acuerdo con la mecánica cuántica un sistema físico, ya sea un conjunto de electrones orbitando en un átomo o un conjunto de políticos decidiendo la siguiente guerra planetaria, queda descrito por una función de onda. Dicha función de onda es un objeto matemático que supuestamente describe la máxima información posible que contiene un estado puro.

Si nadie externo al sistema ni dentro de él observara o tratara de ver como está el sistema, la mecánica cuántica nos diría que el estado del sistema evoluciona determinísticamente. Es decir, se podría predecir perfectamente hacia dónde irá el sistema.

La función de onda nos informa cuáles son los resultados posibles de una medida y sus probabilidades relativas, pero no nos dice qué resultado concreto se obtendrá cuando un observador trate efectivamente de medir el sistema o averiguar algo sobre él. De hecho, la medida sobre un sistema es un valor aleatorio entre los posibles resultados.

Eso plantea un problema serio: si las personas y los científicos u observadores son también objetos físicos como cualquier otro, debería haber alguna forma determinista de predecir cómo tras juntar el sistema en estudio con el aparato de medida, finalmente llegamos a un resultado determinista.

Pero el postulado de que una medición destruye la "coherencia" de un estado inobservado e inevitablemente tras la medida se queda en un estado mezcla aleatorio, parece que sólo nos deja tres salidas:

(A) O bien renunciamos a entender el proceso de decoherencia, por lo cual un sistema pasa de tener un estado puro que evoluciona deterministamente a tener un estado mezcla o "incoherente".

(B) O bien admitimos que existen unos objetos no-físicos llamados "conciencia" que no están sujetos a las leyes de la mecánica cuántica y que nos resuelven el problema.

(C) O tratamos de proponer una teoría que explique el proceso de medición, y no sean así las mediciones quienes determinen la teoria.

Diferentes físicos han tomado diferentes soluciones a este “trilema”:

1. Niels Bohr, que propuso un modelo inicial de átomo que acabó dando lugar a la mecánica cuántica y fue considerado durante mucho tiempo uno de los defensores de la interpretación ortodoxa de Copenhague, se inclinaría por (A).

2. John Von Neumann, el matemático que creó el formalismo matemático de la mecánica cuántica y que aportó grandes ideas a la teoría cuántica, se inclinaba por (B).

3. La interpretación de Hugh Everett es uno de los planteamientos que apuesta de tipo (C).

La propuesta de Everett es que cada medida "desdobla" nuestro universo en una serie de posibilidades (o tal vez existían ya los universos paralelos mutuamente inobservables y en cada uno de ellos se da una realización diferente de los posibles resultados de la medida).

La idea y el formalismo de Everett es perfectamente lógico y coherente.

Fuente: Wikipedia.

viernes, 22 de agosto de 2008

¿El elixir de la juventud?

La mayor noticia de Historia: "Los científicos han descubierto la clave que conduce al secreto de la vida eterna", decía hace un mes el Office of Science, de Nueva York. El prestigio del diario hacía sospechar que allí había algo más que un titular excesivo. De hecho, antes de que el artículo saliera a la luz, los tiburones de Wall Street ya estaban nadando en torno a la redacción del Office para saber más sobre esa enzima llamada telomerasa.

Los inversores habían oído que Geron Corp.-empresa dedicada a la investigación de sustancias antienvejecimiento- tenía la patente. "Hemos comprobado que es posible prolongar la vida de las células indefinidamente", afirmaba el doctor Calvin Harley, de Geron, que ha dirigido el proyecto junto con Jerry Shay y W. Wright, de la Universidad de Texas. "Es un gran avance y las aplicaciones potenciales son asombrosas".

Pero ¿qué es lo que han logrado en Geron? Pues transferir el gen de la telomerasa a un cultivo de células humanas senescentes -sujetas al envejecimiento- y éstas se han convertido en inmortales. Como suena.

Entonces, ¿estamos ante el elixir de la juventud? "Sí. La telomerasa es un paso crucial en el campo del envejecimiento y en el del cáncer, y abre las puertas a nuevas terapias para muchas enfermedades", explica Javier Novo, profesor de Genética de la Universidad de Navarra. "De momento sólo se ha actuado a nivel de célula, lo cual no es lo mismo que expresar la telomerasa en todas y cada una de las células del cuerpo humano. Incluso suponiendo que eso fuera posible, habría que esperar para ver cómo actúa la telomerasa a nivel local. Si funciona, por ejemplo, para evitar problemas concretos como la artrosis o cataratas". Habrá que esperar.

Pero la espera la alivia saber que detrás de la telomerasa puede haber más y mejor vida, porque, como dicen los expertos, no sólo envejecemos porque las células dejan de dividirse. Como explica José Antonio Abrisqueta, jefe del departamento de Genética Humana del Centro Superior de Investigaciones Científicas, "la prevención y el tratamiento de la vejez llegará de la mano de muchos campos. Y es que una vez que se empieza a rebobinar el ADN, que codifica la vida, todo es posible, en teoría".

No se trata de alimentar la utopía, pero si hasta hace poco se hablaba de 120 años como límite para la existencia humana (el récord lo tenía la francesa Jeanne Calmant, fallecida en 1996, a los 121 años), ahora leemos, en publicaciones científicas serias, hipótesis de 150 y hasta más de 200 años de vida. ¿Difícil de imaginar? Para ir haciéndonos a la idea, los nematodos (un tipo de gusanos que viven 9 días) del laboratorio de genética de la Universidad Mc Gill de Montreal resisten vivos 50 días. A escala humana, supondría ¡unos 400 años!

Aquí y ahora, muchos están empezando a sospechar que lo que funciona con los gusanos podría funcionar con los humanos. Sobre todo porque nuestros mecanismos de envejecimiento son los mismos. Los especialistas lo reconocen: "No tenemos pruebas definitivas de que la vida humana haya llegado al término de su duración. Eso, suponiendo que haya un límite".

De acuerdo. No sabemos hasta dónde puede llevarnos la vida, pero lo que sí sabemos es cuándo empieza la muerte. Debemos el hallazgo a Leonard Hayflick, especialista en anatomía, que en 1960 acuñó la teoría del reloj celular. Aseguró que el reloj corre fatalmente hacia atrás cada vez que nuestras células se dividen.


Cómo envejecemos. Lo demostró: tomó células de tejido de un feto y las puso en un platillo petri. Como ya no tenían que mantener con vida a un organismo complejo, las células hicieron lo que mejor saben hacer: dividirse. Así, primero doblaron en número. Después, duplicaron ese doble número.... y siguieron haciendo lo mismo unas 100 veces. Como obedeciendo una orden, el proceso se detuvo en ese punto. De pronto, las células dejaron de alimentarse en el cultivo; sus membranas se deterioraron; el cultivo entró en un letargo en el que las células ya no se reproducían... Hayflick llamó a aquello "senescencia celular". Luego repitió el experimento con células de un hombre de 70 años... ¿Resultado ? La vejez se iniciaba al cabo de unas 20 duplicaciones... Resumiendo; que las células de un ser humano más viejo son también más viejas, y que nuestro reloj corporal se pone en marcha en cuanto nacemos.

Pero ¿por qué mueren las células? Al buscar la respuesta en los genes, varios discípulos de Hayflick se toparon con una pequeña zona en el extremo de los cromosomas, llamada telómero, que no parecía servir para nada. Por su forma, recordaba al tubito de plástico que remata los cordones de los zapatos para que no se deshilachen. Más tarde, los biólogos comprobarían que cada vez que se dividía una célula, las células "hijas" tenían un telómero más pequeño. Al final, justo cuando la célula llegaba a las 100 reproducciones, el telómero era apenas una puntita... ¡y entonces las células dejaban de reproducirse! Los genes que habían estado cubiertos por el telómero quedaban ahora expuestos, y empezaban a producir proteínas que potenciaban su deterioro. Como explicaron los dos científicos, "el reloj celular es en realidad el telómero".

Pero había algo más: algunas células no perdían telómero al duplicarse. Entre ellas estaban las del esperma y las del cáncer. Precisamente, las células capaces de dividirse no cien, sino miles de veces. Los biólogos pensaron que si las estudiaban, descubrirían los mecanismos que mantienen sus telómeros -y sus vidas- durante tanto tiempo. En 1984, Carol Greider y Elizabeth Blackburn, biólogas de la Universidad de California, lo habían logrado en un cultivo de un organismo unicelular. Llamaron telomerasa a la enzima que protegía los telómeros. En 1989, otro científico de Yale identificó la misma sustancia en células cancerígenas. Después, investigadores de la Universidad de Texas declararon: "Podemos detener el reloj celular por medio de la enzima llamada telomerasa. Su presencia evita que el telómero se acorte después de cada división".

La siguiente secuencia fue: "Si la telomerasa está presente en los tumores cancerosos, bloqueándola impediremos que proliferen las células malignas. Y al revés, si añadimos telomerasa a las células sanas, alargaremos su vida".

Sí, pero faltaba lo más importante: aislar y clonar el gen de la parte activa de la telomerasa y manipularlo y transferirlo a células que no lo producen normalmente. Eso lo consiguieron otros biólogos el año pasado... y fue la llave que permitió a los científicos de Geron convertir las células mortales en inmortales.

Más interesante que alargar la vida es mejorar su calidad. Por eso los científicos están empezando a considerar la posibilidad de vivir una tercera edad con la vista perfecta, la energía, el vigor sexual y la piel lisa de los años jóvenes. Las estadísticas revelan que es posible. Según los demógrafos, un niño nacido hoy tiene muchas oportunidades de llegar a los 100 años. De momento, los que vivimos junto al Mediterráneo (y los japoneses) somos los más longevos. Las poblaciones que consumen muchos alimentos ricos en antioxidantes (frutas, verduras y aceites vegetales crudos) contraen menos cánceres y cardiopatías que los que no lo hacen. ¿Por qué? De nuevo, todo está en la célula. Ésta metaboliza alimento y, como consecuencia, produce sustancias de desecho. Uno de los más peligrosos es el radical libre, que es una molécula normal con un electrón de más. Pero crea un desequilibrio eléctrico que acaba dañando la célula, y originando cáncer, cardiopatías, artrosis, arrugas, cataratas... Pues los antioxidantes neutralizan el efecto de los radicales libres. Hasta cierto punto...

La caramelización. Ahora se habla más de caramelización, ese otro producto de desecho de las células, y que hace que el pan o los azúcares se vuelvan oscuros al calentarse. Hace casi tres décadas se supo que ese caramelo era el causante de muchas de las amarguras de los diabéticos. ¿Cómo? Cuando el exceso de azúcares y las proteínas se unen, atraen a otras proteínas y forman una red pegajosa y parda que bloquea las arterias, produce rigidez en las articulaciones o empaña el cristalino. Los biólogos razonaron. ¿Acaso se produce en los no diabéticos, pero de forma más lenta? Sí. Al estudiar el saco de colágeno del cerebro de diabéticos fallecidos y personas mayores también muertas, se vio que ambos tenían el tono pardo característico de la caramelización...

Siguen los interrogantes. Como explica Javier Novo, "aunque sólo unos pocos genes controlaran el envejecimiento, habría miles que, de uno u otro modo, estarían implicados en el proceso. Manipular uno sólo es muy complicado, y manipularlos todos, casi imposible. Lo más lógico es pensar en estrategias para potenciar la telomerasa en partes concretas del organismo. Podrían actuar un tiempo concreto y rejuvenecer un grupo de células. De todas formas, es peligroso aventurar en estas cosas, ya que por un lado, podría mantenernos jóvenes más tiempo y por otro, podría aumentar el riesgo de contraer cáncer".

Para ir desterrando temores, la primera aplicación de la telomerasa de Geron son unos kits de uso individual para diagnóstico precoz del cáncer. Si detectas la enzima, esas células podrían estar convirtiéndose en cancerosas.

Al final, surge una pregunta: ¿Y qué hay de las arrugas? ¿Sería lógico pensar en cosméticos con telomerasa? Novo sonríe resignado. "No es impensable. Las células de la piel son accesibles, y podría introducirse en ellas el gen, con una crema que incluyera vehículos de transporte de genes, del tipo de los liposomas. Pero la detección y el tratamiento del cáncer, por ejemplo, son mucho más importantes".

El milagro ha ocurrido en la Universidad de Texas. Los doctores Woodring Wright y Jerry Shay han logrado mutar la condición de mortales de unas células humanas. Así, consiguieron prolongar de forma artificial e indefinidamente estas células y hallar la clave que podría desvelar el secreto de la eterna juventud: una enzima llamada telomerasa. Este descubrimiento abre un nuevo camino para el tratamiento de algunas enfermedades como el cáncer y la mejora de la calidad de vida.

Una empresa de EEUU logra crear glóbulos rojos con células madre

Los expertos esperan que se ponga fin a la escasez para transfusiones. Deben pasar al menos 2 años de ensayos para que el hito se materialice.

Un grupo de investigadores de la empresa Advanced Cell Technology de Massachusetts (EEUU), en colaboración con otros centros del país, han conseguido por primera vez fabricar glóbulos rojos in vitro a partir de células madre embrionarias, según informó ayer el periódico británico The Times . Los autores, que publicaron asimismo su investigación en la versión electrónica de la revista Blood, ya están cavilando las futuras aplicaciones de tal hallazgo que pondría fin a los problemas de disponibilidad de sangre destinada a transfusiones. Aun así, deberán pasar por lo menos dos años de ensayos para que el hito se materialice y constituya una alternativa a las donaciones y a sus costosas campañas.

"Las limitaciones en el suministro pueden tener potencialmente consecuencias mortales para los pacientes con pérdida masiva de sangre", declaró ayer Robert Lanza, el director de la investigación. "Las células madre embrionarias --añadió-- representan una nueva fuente de células que pueden propagarse hasta el infinito, proporcionando una fuente inagotable de glóbulos rojos".

Las células madre tienen la capacidad de dividirse y diferenciarse en otras células distintas. Por ejemplo, las hematopoyéticas de la médula ósea producen otras nuevas que se transforman en los distintos elementos de la sangre.

CERO NEGATIVO Con el método de los norteamericanos, a partir de células madre embrionarias del grupo cero negativo --donante universal-- se podrían fabricar glóbulos rojos para cualquier persona que necesitara una transfusión. De hecho, el equipo tiene la intención de crear un banco de células madre correspondientes a cada uno de los cuatro grupos sanguíneos.

Además, según los expertos, realizar transfusiones con esta sangre eliminaría el riesgo de transmisión de patógenos causantes de dolencias como la hepatitis, el sida y la enfermedad conocida como mal de las vacas locas.

Fuente: El Periódico Extremadura
http://www.elperiodicoextremadura.com/noticias/noticia.asp?pkid=392482

La energía hace crecer el 11,4% el déficit comercial español

Situación del saldo económico según el Ministerio de Industria: La factura de petróleo, electricidad, carbón y gas sube 10.600 millones.

El déficit comercial español subió el 11,4% en el primer semestre del año, hasta un total de 51.502,4 millones, como consecuencia del encarecimiento del petróleo y de la factura energética, según los datos que ayer publicó el Ministerio de Industria.

En los seis primeros meses del año, las exportaciones españolas al exterior crecieron el 6,4%, hasta un total de 97.480,4 millones de euros. Las importaciones aumentaron el 8,1%, hasta situarse en 148.982,8 millones. Según el ministerio dirigido por Miguel Sebastián, si los precios del petróleo se hubieran mantenido en el mismo nivel que en los seis primeros meses del 2007, las importaciones habrían crecido solo el 2%, y el déficit comercial se habría reducido el 6,5%.

La factura energética con el exterior se ha elevado el 55,6% en el primer semestre del año, hasta un total de 29.688,5 millones, por la compra de petróleo y derivados, gas, carbón y electricidad. Esta cantidad es 10.600 millones superior a la factura del primer semestre del año pasado.

IMPORTACIONES También subieron las importaciones de alimentos (el 13,9%), productos químicos (10,4%), materias primas (1,8%) y bienes de equipo (0,3%). Pero disminuyeron las compras al exterior de bienes de consumo duradero (el 6,9%) y no duradero (el 2%). Los principales sectores exportadores de la economía española, bienes de equipo y automóviles, registraron incrementos del 0,5% y el 5,4%.

Fuente: El Periódico Extremadura
http://www.elperiodicoextremadura.com/noticias/noticia.asp?pkid=392717

jueves, 21 de agosto de 2008

De Heráclito a Marx. Principios de la Lógica Paradójica

Desde Aristóteles, el mundo occidental ha seguido los principios lógicos de la filosofía aristotélica. Esa lógica se basa en el principio de identidad que afirma que A es A, el principio de contradicción (A no es no A) y el principio del tercero excluido (A no puede ser A y no A, tampoco A ni no A). Aristóteles explica claramente su posición en el siguiente pasaje: «Es imposible que una misma cosa simultáneamente pertenezca y no pertenezca a la misma cosa y en el mismo sentido, sin perjuicio de otras determinaciones que podrían agregarse para enfrentar las objeciones lógicas. Este es, entonces, el más cierto de todos los principios...».

Este axioma de la lógica aristotélica está tan hondamente arraigado en nuestros hábitos de pensamiento que se siente como «natural» y autoevidente, mientras que, por otra parte, la confirmación de que X es A y no es A parece insensata. (Desde luego, la afirmación se refiere al sujeto X en un momento dado, no a X ahora y a X más tarde, o a un aspecto de X frente a otro aspecto.).

En oposición a la lógica aristotélica, existe la que podríamos llamar lógica paradójica, que supone que A y no-A no se excluyen mutuamente como predicados de X. La lógica paradójica predominó en el pensamiento chino e indio, en la filosofía de Heráclito, y posteriormente, con el nombre de dialéctica, se convirtió en la filosofía de Hegel y de Marx. Lao-tsé formuló claramente el principio general de la lógica paradójica: «Las palabras que son estrictamente verdaderas parecen ser paradójicas», Y Chuang-tzu: «Lo que es uno es uno. Aquello que es no-uno, también es uno.» Tales formulaciones de la lógica paradójica son positivas: es y no es. Otras son negativas: no es esto ni aquello. Encontramos la primera expresión en el pensamiento taoísta, en Heráclito y en la dialéctica de Hegel; la segunda formulación es frecuente en la filosofía india.

Aunque estaría más allá de los propósitos de este libro intentar una descripción más detallada de la diferencia entre la lógica, aristotélica y la paradójica, mencionaré unos pocos ejemplos para hacer más comprensible el principio. La lógica paradójica tiene en Heráclito su primera manifestación filosófica en el pensamiento occidental. Heráclito afirma que el conflicto entre los opuestos es la base de toda existencia. «Ellos no comprenden», dice «que el Uno total, divergente en si mismo, es idéntico a si mismo: armonía de tensiones opuestas, como en el arco y en la lira». O aun con mayor claridad: «Nos bañamos en el mismo río y, sin embargo, no en el mismo; somos nosotros y no somos nosotros». O bien: «Uno y lo mismo se manifiesta en las cosas como vivo y muerto, despierto y dormido, joven y viejo».

En la filosofía de Lao-tsé la misma idea expresase en una forma más poética. Un ejemplo característico del pensamiento paradójico taoísta es el siguiente: «La gravedad es la raíz de la liviandad; la quietud es la rectora del movimiento». O bien: «El Tao en su curso regular no hace nada y, por lo tanto, no hay nada que no haga». O bien: «Mis palabras son muy fáciles de conocer y muy fáciles de practicar; pero no hay nadie en el mundo capaz de conocerlas y practicarlas». En el pensamiento taoísta, así como en el pensamiento indio y socrático, el nivel más alto al que puede conducirnos el pensamiento es conocer lo que no conocemos: «Conocer y, no obstante [pensar] que no conocemos es el más alto [logro]; no conocer [y sin embargo pensar] que conocemos es una enfermedad». Que el Dios supremo no pueda nombrarse no es sino una consecuencia de esa filosofía. La realidad final, lo Uno fundamental, no puede encerrarse en palabras o en pensamientos. Como dice Lao-tsé, «El Tao que puede ser hallado, no es el Tao permanente y estable. El nombre que puede nombrarse no es el nombre permanente y estable». O, en una formulación distinta: «Lo miramos y no lo vemos, y lo llamamos el ‘Ecuable’. Lo escuchamos y no lo oímos, y lo llamamos el ‘Inaudible’. Tratamos de captarlo, y no logramos hacerlo, y lo nombramos el ‘Sutil’. Con estas tres cualidades no puede ser sujeto de descripción; y por eso las fundimos y obtenemos El Uno». Y aun otra formulación de la misma idea: «El que conoce [el Tao] no (necesita) hablar (sobre él); el que está [siempre dispuesto a] hablar sobre él no lo conoce».

La filosofía brahmánica se preocupaba por la relación entre la multiplicidad (de los fenómenos) y la unidad (Brahma). Pero la filosofía paradójica no debe confundirse en la India ni en la China con un punto de vista dualista. La armonía (unidad) consiste en la posición conflictual que la constituye. «El pensamiento brahmánico desde el principio giró alrededor de la paradoja de los antagonismos simultáneos —y no obstante— identidad de las fuerzas y formas manifiestas del mundo fenoménico...» El poder esencial en el Universo y en el hombre trasciende tanto la esfera conceptual como la sensible. No es, por lo tanto, «ni esto ni aquello». Pero, como advierte Zimmer, «no hay antagonismo entre ‘real e irreal’ en esta realización estrictamente no-dualista». En su búsqueda de la unidad más allá de la multiplicidad, los pensadores brahmánicos llegaron a la conclusión de que el par de opuestos que se percibe no refleja la naturaleza de las cosas, sino la de la mente percipiente. El pensamiento percipiente debe trascenderse a si mismo para alcanzar la verdadera realidad. La oposición es una categoría de la mente humana, no un elemento de la realidad. En el Rig-Veda, el principio se expresa en la siguiente forma: «Yo soy los dos, la fuerza vital y el material vital, los dos a la vez.» La consecuencia extrema de la idea de que el pensamiento sólo puede percibir en contradicciones aparece en forma aún más drástica en la teoría vedanta, que postula que el pensamiento —a pesar de su fino discernimiento— es «sólo un más sutil horizonte de ignorancia, en realidad, el más sutil de todos los engañosos recursos de maya».

La lógica paradójica tiene una significativa relación con el concepto de Dios. En el grado en que Dios representa la realidad esencial, y la mente humana percibe la realidad en contradicciones, no puede hacerse afirmación positiva alguna acerca de Dios. En los Vedas, la idea de un Dios omnisapiente y omnipotente se considera la forma más extrema de ignorancia. Vemos aquí la conexión con la falta de nombre del Tao, el nombre innominado del Dios que se revela a Moisés, la «Nada absoluta» de Meister Eckhart. El hombre sólo puede conocer la negación, y nunca la posición de la realidad esencial. «Mientras tanto, el hombre no puede conocer lo que Dios es, aunque tenga plena conciencia de lo que Dios no es... Así satisfecha con nada, la mente clama el bien supremo.» Para Meister Eckhart, «El Divino es una negación de las negaciones, y una negativa de las negativas... Todas las criaturas contienen una negación: una niega que es la otra». Es tan sólo como una consecuencia ulterior que Dios se convierte para Meister Eckhart en «La Nada absoluta», tal como la realidad esencial es el «En Sof», lo Sin Fin, para la Cábala.

He examinado la diferencia entre la lógica aristotélica y la paradójica con el propósito de preparar el terreno para una importante distinción en el concepto del amor a Dios. Los maestros de la lógica paradójica afirman que el hombre puede percibir la realidad sólo en contradicciones, y que supensamiento es incapaz de captar la realidad-unidad esencial, lo Uno mismo. Ello trajo como consecuencia que no se aspira como finalidad última a descubrir la respuesta en el pensamiento. Este sólo nos dice que no puede darnos la última respuesta. El mundo del pensamiento permanece envuelto en la paradoja. La única forma como puede captarse el mundo en su esencia reside, no en el pensamiento, sino en el acto, en la experiencia de unidad.

La lógica paradójica llega así a la conclusión de que el amor a Dios no es el conocimiento de Dios mediante el pensamiento, ni el pensamiento del propio amor a Dios, sino el acto de experimentar la unidad con Dios.

Por lo tanto, lo más importante es la forma correcta de vivir. Toda la vida, cada acción, banal o importante, se dedica al conocimiento de Dios, pero no a un conocimiento por medio del pensamiento correcto, sino de la acción correcta. Las religiones orientales constituyen una clara ilustración de ese concepto. Tanto en el brahmanismo como en el budismo y el taoísmo, la finalidad fundamental de la religión no es la creencia correcta, sino la acción correcta. Lo mismo ocurre en la religión judía. Prácticamente no se registra en la tradición judía ningún cisma por cuestiones de creencia (la única gran excepción, la diferencia entre fariseos y saduceos, se produjo esencialmente entre dos clases sociales opuestas). La religión judía asignaba especial importancia (particularmente desde el comienzo de la era cristiana) a la forma correcta de vivir, el Halacha (palabra que, en realidad, tiene casi el mismo sentido que el Tao).

En la historia moderna, el mismo principio se expresa en el pensamiento de Spinoza, Marx y Freud. En la filosofía de Spinoza, el acento se traslada de la creencia correcta a la conducta correcta en la vida. Marx sostuvo idéntico principio cuando dijo: «Los filósofos han interpretado el mundo de distintas maneras; la tarea es transformarlo.» La lógica paradójica de Freud lo llevó al proceso de la terapia psicoanalitica, la experiencia cada vez más profunda de uno mismo.

Desde el punto de vista de la lógica paradójica, lo fundamental no es el pensamiento, sino el acto. Tal actitud tiene diversas otras consecuencias. En primer término, llevó a la tolerancia que encontramos en el desarrollo religioso indio y chino. Si el pensamiento correcto no constituye la última verdad ni la forma de lograr la salvación, no hay razones que justifiquen el oponerse a los que han arribado a formulaciones distintas. Esa tolerancia está bellamente expresada en la historia de varios hombres a quienes se pidió que describieran un elefante en la oscuridad. Uno de ellos, tocándole la trompa. dijo: «este animal es como una cañería»; otro, tocándole la oreja, dijo: «este animal es como un abanico»: un tercero, tocándole las patas, lo describió como una columna.

En segundo lugar, el punto de vista paradójico llevó a dar más importancia al hombre en transformación que al desarrollo del dogma, por una parte, y de la ciencia, por la otra. Desde el punto de vista chino, indio y místico, la tarea religiosa del hombre no consiste en pensar bien. sino en obrar bien, y en llegar a ser uno con lo Uno en el acto de la meditación concentrada.

En lo que toca a la corriente principal del pensamiento occidental, cabe afirmar lo contrario. Puesto que se esperaba encontrar la verdad fundamental en el pensamiento correcto, otorgábase especial importancia al pensar, aunque también se valoraba la acción correcta. En la evolución religiosa tal actitud condujo a la formación de dogmas, a interminables argumentos acerca de los principios dogmáticos, y a la intolerancia frente al «no creyente» o hereje. Más aún, llevó a considerar la «fe en Dios» como la principal finalidad de la actitud religiosa. Naturalmente, eso no significa que no existiese también el concepto de que se debía vivir correctamente. Pero, no obstante, la persona que creía en Dios —aunque no viviera a Dios— sentíase superior a los que vivían a Dios, pero no «creían» en él.

El énfasis puesto en el pensamiento posee asimismo otra consecuencia de importancia histórica. La idea de que se podía encontrar la verdad por medio del pensamiento llevó no sólo al dogma, sino también a la ciencia. En la ciencia el pensamiento correcto es todo lo que cuenta, tanto en el sentido de la honestidad intelectual como en el de su aplicación a la práctica —esto es, a la técnica—.

En resumen, la lógica paradójica llevó a la tolerancia y a un esfuerzo hacia la autotransformación. La consideración aristotélica condujo al dogma y a la ciencia, a la Iglesia Católica, y al descubrimiento de la energía atómica.

Extracto de la obra de Erich Fromm El arte de amar.