jueves, 21 de enero de 2010

El concepto de Future Warfare y el Proyecto HAARP

El HAARP creó mucha controversia en su momento. En mayo de 1998 el Groupe de Recherche et D'Information de la Paix et la Securité (GRIP por sus siglas en francés), publicó un estudio del ingeniero Luc Mampaey en el que se asegura que la aplicación militar de este programa puede tener unas consecuencias catastróficas.

Mampay sospecha de EEUU, no porque instalara esta base de estudio de la ionosfera, "nada distinto a las ya existentes", afirma, sino porque su control está exclusivamente limitado al Ejército. El investigador recuerda que "la modificación de la biosfera está prohibida por la Convención ENMOD de 1977", sin embargo también explica que el concepto de "guerra medioambiental" está muy presente en todos los manuales militares.

Es aquí cuando Mampaey habla de la Revolution in Military Affairs. Un programa que, según él, EEUU desarrolla desde hace décadas para dotar a su Ejército de la posibilidad de modificar las condiciones medioambientales, algo que denomina como Future Warfare. Esto es, las guerras del futuro, que estarían basadas en "el manejo óptimo de la información, del medioambiente, de los medios de comunicación y de nuevas armas de energía dirigida".

Sobre ese ansia norteamericano por modificar las condiciones atmosféricas cita también un estudio presentado a las Fuerzas Aéreas en 1996. Titulado 'Weather as a Force Multiplier: Owning the Weather in 2025', el documento, que aunque lo parezca no es el último guión de Steven Spielberg, presenta un supuesto enfrentamiento en 2025 de la Armada norteamericana contra un "cartel de la droga en Sudamérica". Los narcotraficantes sudamericanos, que gracias "a su posición económica y política" han comprado aviones a Rusia y China, están acostumbrados a volar entre las tormentas eléctricas "tan comunes en la zona ecuatorial". Pero los cazas estadounidenses no tendrían nada que temer si están diseñados para aguantar y controlar esas tormentas.

Basándose en las investigaciones de Arthur Westing (Consultor de Seguridad Ambiental y ex Director del Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente), autor de estudios como Environmental Change and Security Project (ECSP) of Woodrow Wilson Center , Mampaey habla de los diferentes ámbitos en los que se podría desarrollar esta Future Warfare. La lista va desde lo más sencillo, que podría ser un "ataque a los ecosistemas" del supuesto enemigo con la "aplicación de agentes químicos" que destruyan la vida; pasando por el suelo y las reservas de agua, "provocando seísmoso erupciones volcánicas"; hasta llegar a un hipotético "ataque con asteroides", modificando la trayectoria de los pedruscos que caigan a la atmósfera.

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