Afirma el Doctor Venter, director de investigación del mapa del genoma humano, que “La idea que las características de la personalidad está estrechamente ligada con el genoma humano se puede considerar falsa. Los hombres no son necesariamente prisioneros de sus genes y las circunstancias de la vida de cada individuo son cruciales en su personalidad”.
Por otra parte todos los estudiosos de la ciencia psicológica están totalmente de acuerdo que en la etapa infantil se instauran las bases fundamentales del desarrollo de la personalidad, bases que en las sucesivas fases de la vida serán consolidadas y perfeccionadas. Cuando el niño nace, tiene todo un potencial de posibilidades. Lleva en él muchas promesas, pero esas promesas serán vanas si no reciben del medio humano y físico un conjunto suficientemente rico de estímulos de todo tipo.
Pues, como así nos dicen las ciencias biológicas contemporáneas, y sobre todo la neurología, que la materia nerviosa, especialmente desarrollada en cantidad en la especie humana, no puede llegar a su evolución completa si no hay unos estímulos exteriores que provoquen unas reacciones que permitan a esas funciones ponerse en marcha, perfeccionarse y desarrollarse plenamente.
Como constatación exponer que unas experiencias científicas muy precisas, realizadas con animales, demuestran que, si un sujeto no recibe estímulos visuales, por ejemplo, no se desarrollarán las zonas correspondientes de recepción cerebral (lóbulo occipital); la propia materia cerebral no evoluciona como lo hace en el caso de los sujetos que reciben normalmente estímulos visuales.
Informa: Crónicas de la Lusitania.
Fuente: http://www.waece.org/modelocentro/cap_01.pdf
Por otra parte todos los estudiosos de la ciencia psicológica están totalmente de acuerdo que en la etapa infantil se instauran las bases fundamentales del desarrollo de la personalidad, bases que en las sucesivas fases de la vida serán consolidadas y perfeccionadas. Cuando el niño nace, tiene todo un potencial de posibilidades. Lleva en él muchas promesas, pero esas promesas serán vanas si no reciben del medio humano y físico un conjunto suficientemente rico de estímulos de todo tipo.
Pues, como así nos dicen las ciencias biológicas contemporáneas, y sobre todo la neurología, que la materia nerviosa, especialmente desarrollada en cantidad en la especie humana, no puede llegar a su evolución completa si no hay unos estímulos exteriores que provoquen unas reacciones que permitan a esas funciones ponerse en marcha, perfeccionarse y desarrollarse plenamente.
Como constatación exponer que unas experiencias científicas muy precisas, realizadas con animales, demuestran que, si un sujeto no recibe estímulos visuales, por ejemplo, no se desarrollarán las zonas correspondientes de recepción cerebral (lóbulo occipital); la propia materia cerebral no evoluciona como lo hace en el caso de los sujetos que reciben normalmente estímulos visuales.
Informa: Crónicas de la Lusitania.
Fuente: http://www.waece.org/modelocentro/cap_01.pdf
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