El mundo es el no-Yo, creado por nuestro Yo, decía Fichte. El mundo es la idea absoluta, decía Hegel. El mundo es voluntad, decía Schopenhauer. El mundo es noción y representación, decía el inmanentista Rehmke. Esto no es otra cosa que idealismo, pues lo psíquico, es decir, la conciencia, la representación, la sensación, etc..., está considerado como lo inmediato, mientras que lo físico se deduce de él, es sustituido por lo psíquico, que le sirve de base. Hace falta estar ciego para no ver la misma esencia idealista bajo todos esos diferentes adornos verbales.
Toda corriente ideológica, es una cosa viva, que crece y se desarrolla, y el hecho de su crecimiento en esta o la otra dirección ayudará, mejor que largos razonamientos, a dilucidar la cuestión fundamental de la verdadera esencia de esta filosofía. Se juzga a un hombre no por lo que él dice o piensa de sí mismo, sino por sus actos. Los filósofos deben ser juzgados no por las etiquetas que ostentan, sino por la manera como resuelven en la práctica las cuestiones teóricas fundamentales.
Todo hombre conoce -y las Ciencias Naturales estudian- la idea, el espíritu, la voluntad, lo psíquico como función del cerebro humano que trabaja normalmente; desligar esta función de la materia organizada de una manera determinada, convertir esta función en una abstracción universal, general, "sustituir" con esta abstracción toda naturaleza física es un delirio del idealismo filosófico, es mofarse de las Ciencias Naturales.
La "sustitución universal" reúne en una coleta china todos los pecados del idealismo de medias tintas, todas las debilidades del idealismo subjetivo. La "idea absoluta" de Hegel reunió todas las contradicciones del idealismo de Kant y todas las flaquezas del fichteísmo. A Feuerbach no lo quedaba más que un paso serio para volver al materialismo: desechar universalmente, desterrar absolutamente la idea absoluta, esta "sustitución" hegeliana de la naturaleza física por "lo psíquico". Feuerbach cortó la coleta china del idealismo filosófico, es decir, tomó por base la naturaleza sin "sustitución" alguna.
Un cuadro del mundo que corresponda verdaderamente a las Ciencias Naturales y al materialismo. A saber:
1) El mundo físico existe independientemente de la conciencia del hombre y existió mucho antes que el hombre, antes que toda "experiencia humana";
2) Lo psíquico, la conciencia, etc..., es el producto supremo de la materia (es decir, de lo físico), es una función de ese fragmento particularmente complejo de la materia que se llama cerebro.
Por: V. I. Lenin
Toda corriente ideológica, es una cosa viva, que crece y se desarrolla, y el hecho de su crecimiento en esta o la otra dirección ayudará, mejor que largos razonamientos, a dilucidar la cuestión fundamental de la verdadera esencia de esta filosofía. Se juzga a un hombre no por lo que él dice o piensa de sí mismo, sino por sus actos. Los filósofos deben ser juzgados no por las etiquetas que ostentan, sino por la manera como resuelven en la práctica las cuestiones teóricas fundamentales.
Todo hombre conoce -y las Ciencias Naturales estudian- la idea, el espíritu, la voluntad, lo psíquico como función del cerebro humano que trabaja normalmente; desligar esta función de la materia organizada de una manera determinada, convertir esta función en una abstracción universal, general, "sustituir" con esta abstracción toda naturaleza física es un delirio del idealismo filosófico, es mofarse de las Ciencias Naturales.
La "sustitución universal" reúne en una coleta china todos los pecados del idealismo de medias tintas, todas las debilidades del idealismo subjetivo. La "idea absoluta" de Hegel reunió todas las contradicciones del idealismo de Kant y todas las flaquezas del fichteísmo. A Feuerbach no lo quedaba más que un paso serio para volver al materialismo: desechar universalmente, desterrar absolutamente la idea absoluta, esta "sustitución" hegeliana de la naturaleza física por "lo psíquico". Feuerbach cortó la coleta china del idealismo filosófico, es decir, tomó por base la naturaleza sin "sustitución" alguna.
Un cuadro del mundo que corresponda verdaderamente a las Ciencias Naturales y al materialismo. A saber:
1) El mundo físico existe independientemente de la conciencia del hombre y existió mucho antes que el hombre, antes que toda "experiencia humana";
2) Lo psíquico, la conciencia, etc..., es el producto supremo de la materia (es decir, de lo físico), es una función de ese fragmento particularmente complejo de la materia que se llama cerebro.
Por: V. I. Lenin