INFORME SOBRE EL PANORAMA PEDAGOGICO INTERNACIONAL
Un estudio del organismo revela que triunfan los chicos con un entorno social y familiar más sólido.
26 países desarrollados superan a España en jóvenes con estudios secundarios superiores.
La enseñanza secundaria sigue siendo la principal asignatura pendiente del sistema educativo español. El último informe de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), hecho público ayer en París, pone de relieve que, mientras la enseñanza universitaria ha experimentado un notable avance, solo los más listos superan la etapa previa. Entre los 25 y los 64 años, únicamente el 49% de la población ha completado sus estudios de segundo ciclo, lo que sitúa a España en el cuarto lugar de la cola, lejos del 68% de la media de los 29 países desarrollados que integran la OCDE. Unicamente Turquía, Portugal y México van por detrás.
La situación tiene gran importancia porque este tramo educativo no obligatorio, entre los 16 y los 18 años, es la llave para el acceso a la universidad, para la formación profesional cualificada y, sobre todo, el pasaporte a un mejor futuro laboral.
¿A qué debe atribuirse este fracaso? Para Eric Charbonier, de la división de análisis de educación de la OCDE, está claro que "hace falta una reflexión sobre los métodos pedagógicos en secundaria". A su juicio, el actual sistema con programas cargados resulta eficaz para una élite de estudiantes, es decir, aquellos que tienen un entorno social y familiar más sólido, pero deja en la cuneta a muchos alumnos que no pueden adaptarse.
MALA SITUACION DE LA FP
A ello hay que añadir la mala situación de la Formación Profesional (FP) --para la OCDE la educación secundaria incluye tanto estos estudios como el bachillerato--, que registra una alarmante tasa de fracaso escolar y cuya reforma ha sido aplazada en reiteradas ocasiones. Como suele ocurrir, el factor económico resulta determinante. Eric Charbonier recuerda que los últimos gobiernos españoles han invertido más en la universidad que en los institutos, lo cual redunda inevitablemente en la calidad de la enseñanza.
Este experto pone como modelo a seguir el de los países nórdicos, donde el sistema educativo se adapta a las necesidades de cada alumno, lo que reduce considerablemente el fracaso escolar. Hay que tener en cuenta que la reducida ratio de alumnos por profesor --15 por clase-- resulta fundamental para poder poner en práctica una enseñanza a la carta. Un esfuerzo educativo y, por supuesto, inversor, que se traduce en las estadísticas. En Suecia, por ejemplo, el 84% de la población activa ha finalizado la enseñanza secundaria.
Los números cantan. En el 2004, España dedicó a la educación un 4,7% de su Producto Interior Bruto (PIB) frente al 5,8% de la media del conjunto de la OCDE. La enseñanza española recibió casi el mismo dinero que en el año 2000 (4,8%) y menos que en 1995, cuando la inversión fue del 5,3%. Se produce, además, una desproporción en favor de la universidad, que entre 1995 y el 2004 se ha llevado el 62% de la inversión.
MAS UNIVERSITARIOS
El resultado de esta política ha sido un crecimiento sustancial de los titulados universitarios. La OCDE destaca que en España el porcentaje de la población con estudios superiores entre los 25 y los 34 años es del 40%, mientras que en la franja de los 55 a los 64 años se reduce al 14%. En las generaciones de entre 25 y 44 años, el nivel de universitarios se sitúa por encima de la media de los países desarrollados, que es del 32%. Las facultades españolas, además, son consideradas de las más "equitativas" en lo que se refiere al acceso por parte de las diferentes clases sociales. A diferencia de otros países, como Francia, donde el porcentaje de bachilleres es elevado, en España la gran selección se produce en el segundo ciclo de secundaria.
La conclusión a la que han llegado los expertos de la OCDE es que las personas que no han completado la educación secundaria superior tienen menos oportunidades de encontrar trabajo y reciben remuneraciones inferiores que los universitarios. De entrada, un titulado o licenciado superior gana un 25% más que quien sólo ha terminado la secundaria.
En España, las mujeres acusan mucho más esta situación que los hombres.
Por Elianne Ros. El Periódico Extremadura.
http://www.elperiodicoextremadura.com/noticias/noticia.asp?pkid=326031
Un estudio del organismo revela que triunfan los chicos con un entorno social y familiar más sólido.
26 países desarrollados superan a España en jóvenes con estudios secundarios superiores.
La enseñanza secundaria sigue siendo la principal asignatura pendiente del sistema educativo español. El último informe de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), hecho público ayer en París, pone de relieve que, mientras la enseñanza universitaria ha experimentado un notable avance, solo los más listos superan la etapa previa. Entre los 25 y los 64 años, únicamente el 49% de la población ha completado sus estudios de segundo ciclo, lo que sitúa a España en el cuarto lugar de la cola, lejos del 68% de la media de los 29 países desarrollados que integran la OCDE. Unicamente Turquía, Portugal y México van por detrás.
La situación tiene gran importancia porque este tramo educativo no obligatorio, entre los 16 y los 18 años, es la llave para el acceso a la universidad, para la formación profesional cualificada y, sobre todo, el pasaporte a un mejor futuro laboral.
¿A qué debe atribuirse este fracaso? Para Eric Charbonier, de la división de análisis de educación de la OCDE, está claro que "hace falta una reflexión sobre los métodos pedagógicos en secundaria". A su juicio, el actual sistema con programas cargados resulta eficaz para una élite de estudiantes, es decir, aquellos que tienen un entorno social y familiar más sólido, pero deja en la cuneta a muchos alumnos que no pueden adaptarse.
MALA SITUACION DE LA FP
A ello hay que añadir la mala situación de la Formación Profesional (FP) --para la OCDE la educación secundaria incluye tanto estos estudios como el bachillerato--, que registra una alarmante tasa de fracaso escolar y cuya reforma ha sido aplazada en reiteradas ocasiones. Como suele ocurrir, el factor económico resulta determinante. Eric Charbonier recuerda que los últimos gobiernos españoles han invertido más en la universidad que en los institutos, lo cual redunda inevitablemente en la calidad de la enseñanza.
Este experto pone como modelo a seguir el de los países nórdicos, donde el sistema educativo se adapta a las necesidades de cada alumno, lo que reduce considerablemente el fracaso escolar. Hay que tener en cuenta que la reducida ratio de alumnos por profesor --15 por clase-- resulta fundamental para poder poner en práctica una enseñanza a la carta. Un esfuerzo educativo y, por supuesto, inversor, que se traduce en las estadísticas. En Suecia, por ejemplo, el 84% de la población activa ha finalizado la enseñanza secundaria.
Los números cantan. En el 2004, España dedicó a la educación un 4,7% de su Producto Interior Bruto (PIB) frente al 5,8% de la media del conjunto de la OCDE. La enseñanza española recibió casi el mismo dinero que en el año 2000 (4,8%) y menos que en 1995, cuando la inversión fue del 5,3%. Se produce, además, una desproporción en favor de la universidad, que entre 1995 y el 2004 se ha llevado el 62% de la inversión.
MAS UNIVERSITARIOS
El resultado de esta política ha sido un crecimiento sustancial de los titulados universitarios. La OCDE destaca que en España el porcentaje de la población con estudios superiores entre los 25 y los 34 años es del 40%, mientras que en la franja de los 55 a los 64 años se reduce al 14%. En las generaciones de entre 25 y 44 años, el nivel de universitarios se sitúa por encima de la media de los países desarrollados, que es del 32%. Las facultades españolas, además, son consideradas de las más "equitativas" en lo que se refiere al acceso por parte de las diferentes clases sociales. A diferencia de otros países, como Francia, donde el porcentaje de bachilleres es elevado, en España la gran selección se produce en el segundo ciclo de secundaria.
La conclusión a la que han llegado los expertos de la OCDE es que las personas que no han completado la educación secundaria superior tienen menos oportunidades de encontrar trabajo y reciben remuneraciones inferiores que los universitarios. De entrada, un titulado o licenciado superior gana un 25% más que quien sólo ha terminado la secundaria.
En España, las mujeres acusan mucho más esta situación que los hombres.
Por Elianne Ros. El Periódico Extremadura.
http://www.elperiodicoextremadura.com/noticias/noticia.asp?pkid=326031
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