"La prueba del pudding está en comérselo" (Engels), o lo que es lo mismo, la cosa en sí existe y es cognoscible.
En el artículo "Sobre el materialismo histórico" (Prólogo a la traducción inglesa de la obra "Del socialismo utópico al socialismo científico", traducido por el mismo Engels al alemán en Tiempos Nuevos), el materialista dialéctico Engels refuta el agnosticismo.
"... Es, por cierto -dice- un modo de concebir difícilmente rebatible, al parecer, por vía de la simple argumentación. Pero los hombres, antes de argumentar, habían obrado. "Primero fue la acción". Y la acción humana había resuelto la dificultad mucho antes de que las lucubraciones humanas la inventasen. "The proof of the pudding is in the eating" (la prueba o la demostración del pudding está en comérselo)".
"Desde el momento en que damos a estas cosas, con arreglo a las propiedades que percibimos en ellas, la aplicación o el uso que deseamos, sometemos las percepciones de nuestros sentidos a una prueba infalible en cuanto a su exactitud o falsedad. Si estas percepciones han sido falsas, lo será también necesariamente nuestro juicio acerca de la posibilidad de empleo de la cosa de que se trata, y nuestro intento de emplearla fracasará por fuerza. Pero si alcanzamos el fin perseguido, si vemos que la cosa corresponde a la idea que nos formábamos de ella, que nos da lo que de ella esperábamos al emplearla, tendremos la prueba positiva de que, dentro de estos límites, nuestras percepciones acerca de esta cosa y de sus propiedades coinciden con la realidad existente fuera de nosotros..."
Así pues, la teoría materialista, la teoría de la reflexión de los objetos por el pensamiento está aquí expuesta con la más completa claridad: fuera de nosotros existen cosas. Nuestras percepciones y representaciones son imágenes de las cosas. La comprobación de estas imágenes, la separación de las verdaderas y las erróneas, las da la práctica.
Pero escuchemos a Engels un poco más adelante: "... En cambio, si vemos que hemos dado un paso en falso, no tardaremos generalmente mucho tiempo en descubrir sus causas; llegamos a la conclusión de que la percepción en que se basaba nuestro experimento era incompleta y superficial, o estaba relacionada con los resultados de otras percepciones de un modo no justificado por la realidad de las cosas".
"Mientras adiestremos y empleemos bien nuestros sentidos y ajustemos nuestro modo de proceder a los límites trazados por las percepciones bien obtenidas y bien utilizadas, veremos que los resultados de nuestros actos proporcionan la prueba de la correspondencia ("Übereinstimmung") de nuestras percepciones a la naturaleza objetiva ("gegenständlich") de las cosas percibidas. Ni en un solo caso, según la experiencia que poseemos hasta hoy, nos hemos visto obligados a llegar a la conclusión de que las percepciones sensoriales científicamente controladas proyectan en nuestro cerebro ideas del mundo exterior que difieran por su naturaleza de la realidad, o de que entre el mundo exterior y nuestras percepciones sensoriales medie una incompatibilidad innata".
V. I. Lenin (Materialismo y Empiriocriticismo).
En el artículo "Sobre el materialismo histórico" (Prólogo a la traducción inglesa de la obra "Del socialismo utópico al socialismo científico", traducido por el mismo Engels al alemán en Tiempos Nuevos), el materialista dialéctico Engels refuta el agnosticismo.
"... Es, por cierto -dice- un modo de concebir difícilmente rebatible, al parecer, por vía de la simple argumentación. Pero los hombres, antes de argumentar, habían obrado. "Primero fue la acción". Y la acción humana había resuelto la dificultad mucho antes de que las lucubraciones humanas la inventasen. "The proof of the pudding is in the eating" (la prueba o la demostración del pudding está en comérselo)".
"Desde el momento en que damos a estas cosas, con arreglo a las propiedades que percibimos en ellas, la aplicación o el uso que deseamos, sometemos las percepciones de nuestros sentidos a una prueba infalible en cuanto a su exactitud o falsedad. Si estas percepciones han sido falsas, lo será también necesariamente nuestro juicio acerca de la posibilidad de empleo de la cosa de que se trata, y nuestro intento de emplearla fracasará por fuerza. Pero si alcanzamos el fin perseguido, si vemos que la cosa corresponde a la idea que nos formábamos de ella, que nos da lo que de ella esperábamos al emplearla, tendremos la prueba positiva de que, dentro de estos límites, nuestras percepciones acerca de esta cosa y de sus propiedades coinciden con la realidad existente fuera de nosotros..."
Así pues, la teoría materialista, la teoría de la reflexión de los objetos por el pensamiento está aquí expuesta con la más completa claridad: fuera de nosotros existen cosas. Nuestras percepciones y representaciones son imágenes de las cosas. La comprobación de estas imágenes, la separación de las verdaderas y las erróneas, las da la práctica.
Pero escuchemos a Engels un poco más adelante: "... En cambio, si vemos que hemos dado un paso en falso, no tardaremos generalmente mucho tiempo en descubrir sus causas; llegamos a la conclusión de que la percepción en que se basaba nuestro experimento era incompleta y superficial, o estaba relacionada con los resultados de otras percepciones de un modo no justificado por la realidad de las cosas".
"Mientras adiestremos y empleemos bien nuestros sentidos y ajustemos nuestro modo de proceder a los límites trazados por las percepciones bien obtenidas y bien utilizadas, veremos que los resultados de nuestros actos proporcionan la prueba de la correspondencia ("Übereinstimmung") de nuestras percepciones a la naturaleza objetiva ("gegenständlich") de las cosas percibidas. Ni en un solo caso, según la experiencia que poseemos hasta hoy, nos hemos visto obligados a llegar a la conclusión de que las percepciones sensoriales científicamente controladas proyectan en nuestro cerebro ideas del mundo exterior que difieran por su naturaleza de la realidad, o de que entre el mundo exterior y nuestras percepciones sensoriales medie una incompatibilidad innata".
V. I. Lenin (Materialismo y Empiriocriticismo).
No hay comentarios:
Publicar un comentario