En el ámbito local los resultados electorales no han deparado ninguna sorpresa sobre lo previsible. Han otorgado la confianza sin fisuras a aquellos candidatos que trasladaban un entero convencimiento en aquello que postulaban en su programa electoral y que resultaba coincidente con las demandas de la ciudadanía.Además, esto que digo, nos lo trasladaba el propio semblante de los mismos candidatos; pues está demostrado científicamente que, a través de nuestra expresión corporal, hacemos llegar el 50% del mensaje que queremos comunicar, mediante el tono y la modulación de la voz el 30% y, únicamente, el 20% del mensaje que transmitimos a los demás se lleva a cabo por medio de la palabra.
Los semblantes de los candidatos de las principales ciudades extremeñas lo decían, por tanto, todo de ellos. Y esto es lo que hemos visto durante la campaña electoral: Celdrán, aplomo absoluto; Ángel Calle, seguridad y sosiego ante una victoria que sabía suya; Saponi y Carmen Heras, cierto nivel de crispación, es por ello que la ciudadanía les obliga a mejorar sus talantes, imponiéndoles ejercicios permanentes de comunicación, uno a Saponi y dos a Heras si desean ser alcaldes; Ídem de lo mismo a Elia M. Blanco, la cual debe de mejorar, de la mano de Victoria Domínguez, esos defectillos que arrastra y que se sintetizarían en tres: empalagosería, sobreactuación y exceso de arrogancia.
En fin, Sres. y Sras. candidatos, a hacer los deberes encomendados por la ciudadanía, no defraudar -por sus hechos los conoceréis-, y a tener muy en cuenta que, como dicen las encuestas, un 30% del voto es prestado y, por lo tanto, no asegurado (lo mismo que viene se va) si las obras dejan de ser amores para transmutarse por buenas razones; y si no me creen, pregúntenle a IU.
Fdo.: Javier Caso Iglesias. Plasencia (Cáceres)
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