Los fenómenos económicos constituyen la potencia decisiva de la historia. No hay, por tanto, contradicción que no sea disuelta por el desarrollo de las fuerzas productivas. (Carlos Marx).
En Manchester, me había dado yo de bruces contra el hecho de que los fenómenos económicos, que hasta ahora no desempeñaban ningún papel o solamente un papel desdeñable en la historiografía, constituyen una potencia histórica decisiva... Marx no solo había llegado a la misma concepción, sino que ya entonces, en 1844, la había generalizado en el sentido de que, en términos generales, no es el Estado el que condiciona y regula la sociedad civil, sino ésta la que condiciona y regula el Estado; de que, por tanto, la política y su historia deben explicarse partiendo de las relaciones económicas y de su desarrollo, y no a la inversa.
Esta es la idea fundamental de que está penetrado todo el "Manifiesto", a saber: que la producción económica y la estructura social que de ella se deriva necesariamente en cada época histórica constituyen la base sobre la cual descansa la historia política e intelectual de esa época. (Federico Engels).
En Manchester, me había dado yo de bruces contra el hecho de que los fenómenos económicos, que hasta ahora no desempeñaban ningún papel o solamente un papel desdeñable en la historiografía, constituyen una potencia histórica decisiva... Marx no solo había llegado a la misma concepción, sino que ya entonces, en 1844, la había generalizado en el sentido de que, en términos generales, no es el Estado el que condiciona y regula la sociedad civil, sino ésta la que condiciona y regula el Estado; de que, por tanto, la política y su historia deben explicarse partiendo de las relaciones económicas y de su desarrollo, y no a la inversa.
Esta es la idea fundamental de que está penetrado todo el "Manifiesto", a saber: que la producción económica y la estructura social que de ella se deriva necesariamente en cada época histórica constituyen la base sobre la cual descansa la historia política e intelectual de esa época. (Federico Engels).
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