jueves, 24 de mayo de 2007

Sobre la cintura política del Sr. Don Carlos Floriano

En algunas ocasiones nos sorprendemos, como ciudadanos, de la escasa cintura política de aquellas personas llamadas a desempeñar responsabilidades destacadas en las instituciones extremeñas, bien sea en el gobierno o en la oposición.

Hace unos días les decía a los candidatos a la Junta de Extremadura que, como seres humanos, los errores siempre hay que entenderlos como aprendizajes de como no se deben de hacer las cosas. Y esto en el sentido recíproco, esto es, aplicando la máxima tanto a los demás, con los que interactuamos, como en relación con nosotros mismos.

Asimismo les decía, en otro comentario, que faltan un par de legislaturas, al menos, para que los candidatos a la Junta de Extremadura se comuniquen con los ciudadanos, entendiéndolos.

A día de hoy me sigo reafirmando en estos dos asertos, más cuando uno tiene conocimiento de algunas afirmaciones del candidato a la Junta de Extremadura por el Partido Popular, Sr. Don Carlos Floriano, que, se las tome como uno se las tome y vayan dirigidas a quien vayan dirigidas, no son propias de una persona que aspira a representarnos y al que se le presume cierto nivel cognitivo.

Ayer afirmaba el Sr. Don Carlos Floriano, en su espacio en los blog del diario HOY y en relación a algunos comentarios aparecidos en el mismo, que está "soportando estoicamente a los acechantes de turno, a los que entran para ofender, para pontificar, para desbarrar, para imponer su criterio, para dogmatizar y para distraernos con sus cosquillas y sus interrogantes vacías". También decía que este blog "no impide que los emisarios interpuestos entren con patochadas para dejar su gracieta heroica de meritorios y/o becarios". Así como que "Sí a la diatriva y a la polémica clarificadora y constructiva, pero no a la vileza de los arrastrados, apesebrados y entregados".

Como se puede comprobar, los calificativos que utiliza el Sr. Don Carlos Floriano ("acechantes de turno", "los que entran para ofender, para pontificar, para desbarrar, para imponer su criterio, para dogmatizar y para distraernos con sus cosquillas y sus interrogantes vacías", "emisarios interpuestos entren con patochadas para dejar su gracieta heroica de meritorios y/o becarios", "no a la vileza de los arrastrados, apesebrados y entregados"), son propios de épocas ya pasadas, y de teorías de la conspiración ya superadas hace años. Además le retratan. En este caso analizado, y como así declara su propio autor, incluso fomentando la diatriba, que, según el diccionario de la RAE es, cito literalmente, discurso o escrito violento e injurioso contra alguien o algo.

¿Por qué afirmo que le retratan? pues, además de por la evidencia de escasa cintura política que demuestran, testimonian escaso control emocional de la persona que las realiza. Lo mismo que así retrata su comportamiento a la persona que lo exhibe.

En espera de haber contribuido con estas líneas a mejorar, interactivamente, nuestras interpretaciones de los acontecimientos y eventos en los que nos podamos encontrar metidos, reciban un cordial saludo.

Por Javier Caso Iglesias. Plasencia (Cáceres).

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